El pasado martes 13 de diciembre, la UNAD, la Red de Atención a las Adicciones, y el Grupo Social LARES presentaron en la sede de Madrid (España) del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO), el estudio «Personas mayores y adicciones: un diagnóstico de LARES y UNAD, con perspectiva de género», con el objetivo de «realizar una radiografía sobre la realidad que viven estas personas para así conocer sus necesidades y trabajar de una manera integral». La muestra del estudio se centró en personas de más de 55 años, usuarias de los recursos de atención de la red UNAD y de la Fundación Lares.
Durante la jornada, el presidente de la UNAD, Luciano Poyato, explicó que cuando se habla de mayores y adicciones «es importante poner el foco en normalizar que la población envejece y esto no significa necesariamente que determinados consumos desaparezcan de la vida de las personas por cumplir años”. De hecho, los consumos pueden mantenerse o incluso iniciarse independientemente de la edad de las personas, aseguró el titular de la red.
Al aumentar la esperanza de vida, la supervivencia de las personas que han sufrido o sufren adicciones también crece, señaló Poyato. “Son personas con adicciones que envejecen y, por lo tanto, es evidente que necesitarán recursos específicos, recursos compartidos con profesionales preparados y concienciados para trabajar con población mayor con algún tipo de adicción”, puntualizó.
Por su parte, Juan Ignacio Vela, presidente de LARES, destacó que “este diagnóstico nos aproxima a una realidad que existe y que merece toda nuestra atención» se refirió a que este proyecto “encaja en el modelo de Atención Integral y Centrado en la Persona que el Grupo Social LARES lleva desarrollando años”, concluyó Vela.
En la presentación del estudio también participó la ex-ministra de Asuntos Sociales y presidenta del Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada (SoledadES), Matilde Fernández, quien manifestó que el Estado de Bienestar debe evolucionar a un modelo “cuidador” y eso significa que las personas tienen que estar en el centro de cualquier decisión política. Por ello, apuntó a que se debe que se debe crear una sociedad comunitaria con políticas transversales e intergeneracionales para, precisamente, abordar desde todos los puntos de vista los problemas reales de la población, en este caso de las personas mayores con adicciones.
La presentación del estudio completó la jornada, con una parte cualitativa y otra cuantitativa del mismo, y en el que se pestó especial atención a las mujeres «que en ocasiones son invisibles”, debido a los estigmas que recaen sobre ellas por el mero hecho de envejecer y tener algún tipo de adicción.
La muestra del estudio se ha centrado en personas mayores de 55 años, usuarias de los recursos de atención de la UNAD y LARES. La edad media de la muestra se fija en 79,35 años y son personas con un alto grado de autonomía en las actividades de la vida diaria. De las más de 200 personas encuestadas, el 80% pertenece a entidades LARES y el 20% a UNAD y de ellas el 60% son mujeres, de las cuales el 21% de ellas ha sufrido alguna vez algún tipo de violencia de género por parte de su pareja.
Principales datos
Entre los principales datos del estudio se desprende que el 52% de las personas encuestadas ha consumido alcohol y/o tabaco en los últimos 12 meses, una cifra que baja al 44,8% en el caso de las mujeres. En relación con las sustancias ilegales, el 9,8% ha consumido alguna o varias de ellas en el último año. Por otro lado, el 42% ha jugado y/o apostado en el último año, una cifra que crece hasta el 52,6% en el caso de las mujeres y que se mantiene en el 47,4% en hombres.
En relación con las sustancias farmacológicas, el 56% de las personas entrevistadas reconoció haber tomado fármacos como ansiolíticos y/o antidepresivos en el último año. Este subgrupo de farmacología tiene una edad media de 78,70 años y un 64% de las personas que lo forman son mujeres. Además, se destaca que con este consumo de sustancias se tienen bajos niveles de percepción del riesgo de conductas adictivas.
Teniendo en cuenta los resultados del ámbito cualitativo, la investigación muestra que existe una doble estigmatización que recae sobre las personas mayores que consumen, por razón de edad y consumo, que se eleva hasta el triple en el caso de las mujeres. Asimismo, se observa que, debido a esto,, las mujeres llegan más tarde y en peores condiciones, tanto físicas como psicológicas, a los recursos de atención.
Propuesta de mejora
Con estos datos, UNAD y LARES realizaron una serie de propuestas para mejorar la atención de este colectivo, que pasan por formar a profesionales en envejecimiento y adicciones, crear recursos específicos, adaptar los ya existentes desde una perspectiva integral, realizar terapias de apoyo psicológico de mayor duración y frecuencia, así como crear protocolos para la atención de las entidades y fomentar el estudio y la investigación en este ámbito, poniendo el foco en las mujeres.
De la misma manera, ambas entidades hacen un llamamiento a las administraciones públicas para que la atención a estas personas se haga de una manera interdisciplinar, entre profesionales del ámbito de las drogodependencias, de la geriatría y de la atención primaria y piden que se establezcan circuitos entre los diferentes servicios asistenciales para reflejar así la interseccionalidad del fenómeno social.
Este proyecto, que cuenta con financiación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 de España, es pionero en aportar una visión real sobre las adiciones más allá de la edad de jubilación.
Las personas interesadas en conocer el estudio, podrán acceder a su documento completo haciendo cilc aquí.
Fuente: LARES