El Boletín del Programa Iberoamericano de Cooperación sobre la Situación de las Personas Adultas Mayores (PICSPAM), dialogó con Ricardo Jauregui, presidente electo de la IAGG (la Asociación Internacional de Gerontología y Geriatría), una “organización no gubernamental académica” (tal como él mismo la define) nacida en julio de 1950 para representar a organizaciones gerontológicas a nivel internacional, que en la actualidad nuclea 84 sociedades nacionales en 72 países de cinco regiones del mundo (África, Asia/Oceanía, Europa, América del Norte, América del Sur y el Caribe) y que cuenta con estatus consultivo en el Consejo Económico y Social (ECOSOC) de Naciones Unidas.
El intercambio con Jauregui aporta algunas impresiones sobre esta estrategia mundial desde la perspectiva personal, pero también contempla la óptica de la IAGG, que adhiere a este Plan que proyecta como principal objetivo “lograr y apoyar las acciones destinadas a construir una sociedad para todas las edades y mejorar la vida de las personas mayores, sus familias y la comunidad donde viven”.
Pregunta. ¿Cuáles son los desafíos vinculados a la vejez y el envejecimiento más relevantes para la región en el marco de la Década del Envejecimiento (2021-2030)?
Respuesta. Uno de los desafíos más importantes, sin duda alguna, sigue siendo combatir el edadismo que está aún muy presente en las sociedades. El impacto de este accionar discriminatorio por razones de edad es el más importante, ya que de ahí surge la necesidad o no de atender adecuadamente las necesidades de la población mayor, así como el interés político en resolver sus demandas y problemas. La educación respecto al ciclo vital y curso de vida, así como sobre los derechos de las personas mayores es un foco que se debe enfatizar y divulgar permanentemente en todos los espacios posibles.
Asimismo, la temática de la soledad no deseada y las problemáticas asociadas a este fenómeno son consideradas hoy por la IAGG, y por el mundo académico, como un factor de riesgo no sólo social, sino cardiovascular, por ejemplo. Las estadísticas son muy claras y la relación biológica está demostrada a través del aumento de la inflamación como acelerador del envejecimiento vascular. Combatir las soledades y el aislamiento social -sobre todo en un momento histórico devenido de una pandemia- debe ser una política clara a seguir.
Sin duda, es cada vez más urgente dar prioridad a los temas del envejecimiento. Debido a la inevitable y acelerada transición demográfica, la denominada “ventana de oportunidad demográfica”, que es el tiempo disponible para prepararse para la transición demográfica, se está reduciendo muy rápido en la Región de las Américas. Los desafíos tienen que ser atendidos de manera inmediata.
LA EDUCACIÓN RESPECTO AL CICLO VITAL Y CURSO DE VIDA, ASÍ COMO SOBRE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS MAYORES ES UN FOCO QUE SE DEBE ENFATIZAR Y DIVULGAR
Pregunta. En tal sentido, ¿qué políticas socio-sanitarias y otras acciones deberían llevarse a cabo o profundizar para atender las particularidades de la vejez y el envejecimiento?
Respuesta. Claramente, se debería desarrollar un sistema de cuidados transicionales más adecuado que incluya centros de prestación de servicios sociales en la comunidad, sistemas de detección de personas en riesgo o vulnerabilidad con su posterior seguimiento y centros de día cercanos y soportes de programas adecuados de “Aging in Place” -envejecer en el propio hogar y en la comunidad-. Es decir, también es muy importante que se promuevan sistemas de cuidados de respiro adecuados y de cuidados paliativos especializados destinados a la población mayor.
No obstante, también tenemos la certeza que falta investigar mucho más aún, no tenemos datos confiables en muchos campos del conocimiento, pero hay estudios que son prometedores a nivel regional, como, por ejemplo, la elaboración de un instrumento para evaluar cuidadores de personas mayores en español, portugués e inglés para la región.
Los estudios sobre el envejecimiento en general y en envejecimiento saludable en particular deben abordar las brechas existentes y las necesidades actuales de las personas mayores, que van modificándose en virtud del contexto. Es importante que se relacionen las condiciones sociales, biológicas, económicas y ambientales y los determinantes del envejecimiento saludable de la primera y la segunda mitad de la vida, para que los organismos e instituciones puedan elaborar intervenciones destinadas a mejorar las trayectorias de vida. Para tomar decisiones correctas y eficaces es necesario crear una base científica sólida.
LOS ESTUDIOS SOBRE EL ENVEJECIMIENTO EN GENERAL Y EN ENVEJECIMIENTO SALUDABLE EN PARTICULAR DEBEN ABORDAR LAS BRECHAS EXISTENTES Y LAS NECESIDADES ACTUALES DE LAS PERSONAS MAYORES
Pregunta. Con todo lo referido, ¿cómo evalúan desde la IAGG esta estrategia de la Década? ¿De qué maneras pueden las sociedades científicas y otras organizaciones del campo apoyar y acompañar el cumplimiento de los objetivos que plantea?
Respuesta. La IAGG está alineada completamente con esta estrategia mundial, obviamente por ahora es un enunciado con lineamientos y objetivos en áreas que se eligieron como las más importantes. Dista de ser completo, pero al no ser tan amplio es más cumplible. Es una guía para que los países tomen decisiones y generen políticas dirigidas a este grupo etario. La fortaleza es que se baja desde un organismo rector como la OMS y tiene el apoyo de casi todas las ONGs que trabajan con envejecimiento y vejez. La debilidad probablemente esté, a mi entender, en que se trata de una propuesta y aún no se ven estrategias para que los gobiernos tomen partido y acción de manera más concreta y determinada.
Con respecto a esta mirada, considero que el rol de las sociedades científicas y organizaciones académicas debe ser, entre otros y, en consecuencia, abogar permanentemente por las acciones propuestas a partir de este plan global, tratando de ser el vehículos entre las organizaciones y los estados para garantizar no sólo el ejercicio sino también la protección de los derechos de este grupo poblacional.
Como decía, la IAGG acompaña esta estrategia de la OMS, y en ese apoyo, uno de los objetivos propuestos es desarrollar más capacitaciones en gerontología para la región a través de la academia mundial del envejecimiento de la Asociación. Otra es aportar y contribuir a los estudios y datos que se necesiten para la comprensión de ciertas problemáticas, así como también lo es estar a disposición de los gobiernos como organismo consultivo -como organización no gubernamental académica que somos- y, por supuesto, divulgar al máximo posible las estrategias de este Plan.
Aunando todos los esfuerzos y acuerdos necesarios, esperamos estar en una mejor posición respecto a que las sociedades disminuyan las posturas edadistas para 2030, para que estén más involucradas en incorporar normalmente a las personas mayores a la cotidianeidad de la vida en sus comunidades, con la consiguiente generación de políticas de estado necesarias para acompañar los objetivos que se han propuesto.
CONSIDERO QUE EL ROL DE LAS SOCIEDADES CIENTÍFICAS Y ORGANIZACIONES ACADÉMICAS DEBE SER, ENTRE OTROS Y, EN CONSECUENCIA, ABOGAR PERMANENTEMENTE POR LAS ACCIONES PROPUESTAS A PARTIR DE ESTE PLAN GLOBAL
Sobre Ricardo Jauregui
Comenzó su carrera en la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) donde se recibió con Diploma de Honor. Luego realizó la especialización en Geriatría y Gerontología en la misma casa de estudio y se doctoró en la Universidad de Salamanca (España). Continuó sus estudios en la Academia Latinoamericana de Medicina del Adulto Mayor (ALMA), de la cual es miembro del Comité Ejecutivo. También es miembro por Latinoamérica del Junta Internacional del International Institute on Aging (INIA), Malta, de Naciones Unidas.
La trayectoria de Jauregui se distribuye tanto en el ámbito académico como en el de gestión del campo gerontológico. En la actualidad, es el presidente electo para el mandato 2022-2026 de la IAGG (International Association of Gerontology and Geriatrics, en sus siglas en inglés), de la cual fue presidente y miembro del Comité Latinoamericano y del Caribe entre 2011 y 2015. Además, fue presidente de la Sociedad Argentina de Gerontología y Geriatría (SAGG) de 2015 a 2018. Es también profesor de carreras de pregrado y postgrado de la UBA, la Universidad Maimónides y de la Universidad Nacional de La Matanza en Argentina.
Por otra parte, se ha desempeñado como asesor, fundador y director de residencias de larga estadía de Argentina. Asimismo, es director y fundador de la Unidad de Investigación en Biología del Envejecimiento (UIBE) del Hospital Italiano de San Justo “Agustín Rocca” (Buenos Aires, Argentina).
* Nota publicada en el Boletín 27, «La Década del Envejecimiento Saludable (2021-2030)» del PICSPAM.