El 29 de octubre se conmemora la segunda celebración anual del «Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo«, una fecha establecida por Naciones Unidas (ONU) para reconocer el papel fundamental del cuidado en las sociedades. Este día busca sensibilizar sobre la necesidad de políticas de cuidado inclusivas, especialmente en el contexto de un envejecimiento poblacional creciente.
Esta nueva efeméride destaca la relevancia de reconocer el cuidado como un pilar fundamental para el desarrollo humano y la equidad social. En este marco, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) subraya en su informe «El trabajo de cuidados y los trabajadores del cuidado para un futuro con trabajo decente» que la demanda de cuidados destinados a personas mayores está en constante aumento debido al envejecimiento de las sociedades, entre otras variables.
En tal sentido, dicho informe expone que el porcentaje de personas mayores de 60 años está creciendo a nivel mundial, lo cual plantea una creciente necesidad de trabajadores capacitados/as. Aun así, estas personas, quienes en su mayoría son mujeres, suelen trabajar en condiciones precarias, con bajas remuneraciones y escaso acceso a protección social. Este desequilibrio afecta no solo a las/os trabajadores, sino también a la calidad de atención de las personas mayores que requieren de apoyos y cuidados.
Para la ONU y la OIT, es crucial establecer políticas que fortalezcan la dignidad y el bienestar de los/as trabajadores de cuidado. Esto implica mejorar sus condiciones laborales, asegurar su acceso a beneficios sociales y reconocer el valor del cuidado en la economía y la sociedad. Estos cambios contribuirían a un modelo de cuidado más justo, donde tanto las personas que cuidan como las cuidadas, puedan recibir el apoyo que merecen.
La ONU invita en esta conmemoración a los países a trabajar conjuntamente para reconocer y valorar el rol significativo del cuidado, con los objetivos de concientizar sobre «su contribución clave a la consecución de la igualdad de género y la sostenibilidad de nuestras sociedades y economías; y para reivindicar la necesidad de invertir en una economía del cuidado resiliente e inclusiva». La visión de un sistema de cuidados equitativo construirá comunidades más sostenibles.
La economía del cuidado en foco
El trabajo de cuidados, aunque fundamental, sigue siendo en gran medida invisible y poco valorado, a pesar de su impacto directo en el bienestar de las personas y las sociedades. Este ámbito, que involucra tanto actividades de cuidado directo como indirecto, enfrenta desafíos crecientes debido a factores como el envejecimiento poblacional y la evolución de las estructuras familiares. La OIT destaca, en esta línea, que la falta de políticas adecuadas en este sector podría derivar en una «crisis del cuidado a nivel mundial», que afectará la prestación de servicios de cuidado y su calidad y aumentará más aún la desigualdad de género en el trabajo.
La economía del cuidado incluye actividades como alimentar, asear o atender a personas dependientes, así como tareas indirectas, tales como la limpieza y la cocina. Aunque este trabajo es realizado por una gran diversidad de personas, quienes lo hacen sin recibir una remuneración, como familiares o voluntarios/as, representan una parte vital del sistema. Al mismo tiempo, las personas que trabajan de manera remunerada, desde personal de enfermería hasta servicio doméstico, enfrentan condiciones laborales precarias, caracterizadas por bajos salarios y la falta de prestaciones básicas.
Con miras a reducir la desigualdad de género y promover condiciones laborales justas, la OIT ha intensificado sus esfuerzos para que el trabajo de cuidado sea reconocido y se realice en condiciones dignas. Las políticas y los servicios deben transformarse para cubrir la creciente necesidad de atención, garantizando que las personas trabajadoras del cuidado, remuneradas y no remuneradas, tengan acceso a protección y un trato equitativo.
La economía del cuidado es un componente esencial para alcanzar un futuro con trabajo decente. Abordar sus desafíos, mediante políticas inclusivas y reformas estructurales, es el único camino para evitar una crisis de cuidado global y avanzar hacia sociedades más justas y equitativas.
Recurso vinculado
Boletín N°28 «El trabajo de cuidadoras y cuidadores de personas adultas mayores, en especial, tras la crisis generada por el COVID-19»
A propósito de esta efeméride mundial, el Boletín 28 del PICSPAM publicó en diciembre de 2022 una edición completa que, a raíz de la experiencia pandémica, ofreció contenido que puede ser revisado en perspectiva para continuar visibilizando y abordando la situación de las personas que cuidan y generan diversos apoyos, formales e informales, remunerados y voluntarios, a la población mayor.