El Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) celebró el pasado 28 de mayo una jornada dedicada a los microedadismos con la participación de expertos, ONG y personas afectadas. Mayte Sancho, directora general del Imserso, reafirmó el compromiso de la institución en la lucha contra el edadismo. Las ponencias destacaron la importancia de reconocer y desafiar esta forma sutil de discriminación en todos los niveles de la sociedad.
“La lucha contra el edadismo será el gran combate de los próximos años”, aseguró la directora general del Imserso, Mayte Sancho, que inauguró la jornada. Sancho reiteró el firme compromiso del Instituto de Mayores y Servicios Sociales en la lucha contra el edadismo y aseguró que la discriminación contra las personas mayores es “un escándalo” y será el reto que abordar en los próximos meses.
La primera ponencia corrió a cargo de Rubén Herranz González, doctor en Derecho y técnico de Estudios del Imserso, que incorporó la perspectiva jurídica e hizo una introducción al concepto de edadismo y microedadismo. Recorrió una serie de ejemplos desde el antiguo Egipto a nuestros días, analizando ciertas actitudes que, por acción u omisión, de forma consciente o inconsciente, se han incorporado a la sociedad en la que vivimos y que perpetúan la discriminación de las personas mayores. Finalizó con una llamada a la acción en las pequeñas cosas que cualquiera puede hacer para desenmascarar y concienciar sobre los microedadismos.
Elena del Barrio Truchado, doctora en Ciencias de la Salud y codirectora de Matia Instituto, habló de las teorías que explican el edadismo y aseguró que las propias personas mayores son las que están rompiendo con los discursos, estereotipos y etiquetas, al tiempo que reclaman un rol social y el mantenimiento de la identidad. Afirmó que la próxima generación del movimiento social será, efectivamente, la de las personas mayores.
En su ponencia, la Dra. Vânia de la Fuente-Núñez médico, antropóloga, con una amplia experiencia de trabajo en la OMS, utilizó como metáfora una gota de agua para explicar que las microagresiones por edad, tan presentes en nuestro día a día y en apariencia tan insignificantes, se van acumulando y generan ondas expansivas de edadismo, haciendo aceptables formas más graves de discriminación por edad o incluso el abuso en la vejez. Fuente-Núñez hizo hincapié en que el edadismo todavía no se ve como un problema grave en España (solo un 40% de la población lo percibe como tal) a pesar de su ubicuidad y de las injusticias y desventajas que crea a diario para millones de personas en ámbitos tan dispares como el sanitario o el laboral. Consideró que, aunque este tipo de comportamiento más sutil y cotidiano muchas veces pasa inadvertido y parece inofensivo, contribuye a deshumanizar, infantilizar, invalidar y negar las experiencias y realidades de las personas mayores. Subrayó la necesidad de reconocer y desafiar el edadismo en todos los niveles, desde las instituciones hasta las interacciones diarias y las autopercepciones.
La jornada finalizó con una mesa redonda en la que participaron Loles Díaz Aledo, pionera en periodismo sobre personas mayores, José Ángel Palacios, periodista y coordinador de Comunicación y Fundraising de la Fundación Grandes Amigos, Pedro Ruíz Méndez, Trabajador Social de la Unión Democrática de Pensionistas (UDP) y Rosi Vázquez Molina, Presidenta de UDP de San Vicente del Raspeig y coordinadora entre otros del programa de formación en edadismo en dicha localidad.
Fuente: Imserso