Foto: Gerardo Aguirre | oem.com.mx/elheraldodechihuahua

En el marco del Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) instó a los Estados a redoblar esfuerzos para prevenir, sancionar y erradicar la violencia hacia las personas mayores, tanto en el ámbito familiar como en instituciones de cuidado. La Comisión destacó que el maltrato constituye una manifestación de discriminación estructural por edad y requiere cambios culturales profundos.

A partir de esta efeméride mundial, la CIDH aprovechó para hacer un llamado urgente a los Estados americanos a intensificar sus acciones contra la violencia hacia las personas mayores. Asimismo, el órgano interamericano subrayó que el abuso y maltrato hacia este grupo poblacional constituye una forma de violencia que permea las sociedades y se expresa a través del edadismo.

La problemática del maltrato hacia las personas adultas mayores ha sido documentada extensamente por la CIDH a través de sus informes. En su informe temático de 2022, sobre derechos de las personas mayores y sistemas nacionales de protección, la Comisión evidenció situaciones de maltrato físico, psicológico, sexual, patrimonial y de abandono en centros de larga estadía en varios países de la región. Estas formas de violencia fueron nuevamente registradas en el Informe Anual 2024 del órgano.

La CIDH enfatizó que la erradicación de toda forma de maltrato en la vejez —ya sea físico, psicológico o económico— requiere transformaciones culturales profundas que reconozcan el valor social de las personas mayores, combatan el edadismo y promuevan relaciones intergeneracionales basadas en el respeto y la solidaridad. Este cambio de paradigma resulta fundamental para construir sociedades más inclusivas y respetuosas de los derechos de todos los grupos etarios.

En términos de obligaciones estatales, la Comisión recordó que los Estados tienen el deber de prevenir violaciones de derechos humanos tanto en el entorno familiar como en las instituciones de cuidados. Específicamente, los dispositivos de cuidado deben ser objeto de regulaciones específicas, inspecciones periódicas, canales accesibles de denuncia y sistemas eficaces de rendición de cuentas, siempre respetando la autonomía, independencia y voluntad de las personas mayores conforme a los instrumentos internacionales.

Finalmente, la CIDH instó a los Estados que aún no lo han hecho a adherirse a la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores y a desarrollar respuestas integrales que permitan prevenir, sancionar y erradicar todas las formas de violencia en la vejez. Este llamado refuerza el compromiso de la Comisión con la promoción y defensa de los derechos humanos de las personas mayores en toda la región americana.

Fuente: CIDH