En el marco del ciclo de capacitaciones que llevó adelante durante todo el año, el Instituto Nacional de las Personas Mayores (INMAYORES) del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) abordó la temática desde la Ley N°19.529 y el Plan Nacional de Salud Mental y resaltó el importante trabajo interinstitucional que se está realizando junto a otros organismos públicos.
El pasado miércoles 24 de noviembre, el Dr. Horacio Porciúncula, director del Área programática para la Atención en Salud Mental del Ministerio de Salud Pública de Uruguay, expuso sobre el cambio de paradigma en el modelo de atención a la salud mental que plantea la normativa del país, Ley N°19.529, la cual está integrada por VII capítulos: I. Disposiciones generales; II. Derechos; III. Autoridad de aplicación; IV. Interinstitucionalidad; V. Abordaje; VI. Órgano de contralor; y VII. Derogación y Adecuación.
La capacitación organizada por INMAYORES también se enmarcó en la Década del Envejecimiento Saludable 2020-2030 que plantea el alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y que “nos obliga a generar cambios en los servicios de salud. Tenemos que prepararnos para tales cambios y transformar el envejecimiento poblacional en una oportunidad de vida más larga, con más calidad de vida”, resaltó el funcionario.
La Ley N°19.529 entiende por salud mental “un estado de bienestar en el cual la persona es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”. Y agrega: “Dicho estado es el resultado de un proceso dinámico, determinado por componentes históricos, socioeconómicos, culturales, biológicos y psicológicos”.
En este sentido, el Dr. Porciúncula resaltó la relevancia de que el Estado tenga una mirada de la salud mental que trasciende lo sanitario y las funciones propias del Ministerio de Salud Pública, y que pretenda dar un abordaje multidisciplinario, interinstitucional y multisectorial, en tanto factor clave “para el desarrollo y la consolidación de derechos de las personas mayores”. De hecho, marcó el profesional, el Ministerio de Desarrollo Social es uno de los grandes colaboradores.
Además de destacar el carácter interinstitucional que enfatiza la mencionada Ley en su capítulo IV, Porciúncula remarcó otro aspecto que refiere al Abordaje y que está mencionado en el capítulo quinto. “Aquí radica un cambio relevante en el paradigma que tiene que ver con un proceso de prevención y promoción de la salud que toma una importancia fundamental y que conlleva la participación de las personas usuarias y de toda la comunidad”.
El profesional explicó que tras una revisión sistemática de la literatura relacionada con el tema trastornos de salud mental y calidad de vida de las personas mayores, le llamó la atención que este grupo tenía una calidad de vida definida como media o alta, pese a que el 31,1% sufría trastornos como estrés, depresión o ansiedad.
Respecto a la depresión, señaló que en las personas mayores no es tan sencillo identificarla porque existe, lamentablemente, un pre-concepto, es decir, hay una aceptación social de la ausencia o de la falta de participación de las personas mayores. Asimismo, cuando llegan a la consulta, lo hacen por dificultades orgánicas. Se puede tratar, en muchos casos, de una «depresión enmascarada», que en general está cubriendo un trastorno del ánimo.
Frente a estas situaciones que son habituales y que se vieron aumentadas por las condiciones de aislamiento y distanciamiento generadas por la pandemia, es conveniente aplicar la Ley N°19.529 que propone capacitaciones para detectar este tipo de casos.
En este sentido, el Dr. Porciúncula destacó en su exposición una cita de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2021): «Es fundamental que los profesionales de la salud estén preparados para brindar una atención integral a las personas mayores, y que los servicios de salud, en especial la atención primaria, estimulen a las personas para mantener sus capacidades por medio del autocuidado y el automanejo de sus condiciones crónicas”.
El encuentro virtual también contó con la reflexión de Agueda Restaino, en representación de la Red de Organizaciones de Personas Mayores (REDAM) y el agradecimiento final de la directora de INMAYORES, Sra. Malva Torterolo, quien también remarcó lo indispensable que es continuar trabajando interinstitucionalmente.
Restaino señaló que “el encuentro con el otro es fundamental para fortalecer la salud mental, pero no podemos tener salud mental si no tenemos un sistema de atención integral, con interinstitucionalidad. Es preciso que las políticas públicas escuchen lo que planteamos a través de la REDAM, que reconozcan que somos personas, que tenemos derechos”.
Por su parte, Porciúncula también recordó y llamó a promover la proclama difundida por la Institución Nacional de Derechos Humanos en la campaña de sensibilización en el marco del Día de la Salud Mental, el pasado 10 de octubre: “menos prejuicio, más inclusión”.
En tanto, la Comisión Intersectorial en Salud Mental y la Comisión Asesora en Salud Mental, órganos integrados por diferentes organismos del Estado, la INDDHH, la academia y organizaciones sociales, continuarán realizando acciones interinstitucionales para que se cumpla la Ley de Salud Mental y para construir una red de dispositivos alternativos a los hospitales, muy lejos del modelo manicomial e inmersos en el paradigma de derechos.
Recomendaciones para manejar la capacidad intrínseca en las personas mayores
- Mejorar la función musculoesquelética, la movilidad y la vitalidad.
- Mantener las funciones sensoriales.
- Prevenir el deterioro cognitivo grave y promover el bienestar psicológico
- Hacer frente a problemas asociados a la edad, como la incontinencia urinaria.
- Prevenir las caídas.
- Apoyar a los cuidadores.
*Nota publicada en el Boletín 25, «Salud mental de las personas adultas mayores, en especial en tiempos de pandemia por el COVID-19» del Programa Iberoamericano de Cooperación sobre la Situación de las Personas Adultas Mayores.