
En vísperas de la Navidad pasada, el presidente del Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, firmó la Política Nacional de Cuidados, un marco legislativo que establece el cuidado como un derecho universal y esencial. Esta política destaca la importancia de atender a las personas mayores, entre otros grupos poblacionales, como unas de las más afectadas por la falta de acceso a servicios de cuidado específicos y adecuados.
Lula da Silva sancionó dicha Política Nacional, que establece un marco normativo para reconocer el cuidado como un derecho en la legislación brasileña. Esta medida busca garantizar que todas las personas tengan acceso al cuidado necesario, considerándolo esencial para el bienestar individual y el funcionamiento de la sociedad.
La firma de esta política, realizada el pasado 23 de diciembre de 2024 en el Palacio del Planalto (Brasilia), representa la culminación de un proyecto de ley que consolida el cuidado como una necesidad universal y un derecho que debe ser garantizado por el Estado. Además, reconoce el trabajo de cuidado como fundamental para la reproducción y sostenibilidad de la vida.
El presidente agradeció al Congreso por la aprobación y enfatizó la importancia de la política: «El Estado va a cuidar de estas personas y sacar de la invisibilidad tanto a quienes necesitan cuidado como a quienes cuidan. Este dinero es una inversión en la calidad de vida de las personas que trabajaron tanto y dedicaron tanto tiempo para construir este Brasil», declaró.
Por su parte, el ministro de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Combate al Hambre, Wellington Dias, señaló que uno de los objetivos de la política es mejorar la calidad de vida de estas personas mediante una distribución más equitativa del trabajo de cuidado. «Queremos garantizar que estas personas puedan estudiar, trabajar o emprender» y agregó que «el objetivo del Gobierno Federal es proporcionar esta garantía, promoviendo la corresponsabilidad de los cuidados y distribuyendo las tareas de manera adecuada entre varones y mujeres, entre razas y clases sociales».
Datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) reflejan que de las y los jóvenes que no estudian ni trabajan, el 64% son mujeres dedicadas exclusivamente a tareas domésticas y cuidados familiares. La situación es aún más alarmante entre madres de niños y niñas de cero a tres años, donde el 80% no puede siquiera buscar empleo. En lo referido a la situación de las personas mayores del país, los datos revelan la urgencia de esta política a partir de que una gran proporción dependen de familiares para sus cuidados diarios. Muchas de ellas, especialmente las mujeres mayores, cargan con responsabilidades de cuidado mientras enfrentan sus propias limitaciones.
Para cambiar esta realidad, la Política Nacional de Cuidados garantizará el derecho al cuidado, entendido como el derecho a cuidar, ser cuidado/a y al autocuidado, mediante la corresponsabilidad entre varones y mujeres, familias, comunidad, Estado y sector privado en la provisión de cuidados, considerando las múltiples desigualdades que afectan el acceso a este derecho.
La secretaria nacional de la Política de Cuidados y Familia del MDS, Laís Abramo, destacó la importancia del cuidado en la sociedad: «Evidentemente, la necesidad de cuidado es más intensa en ciertos momentos del ciclo de vida o en situaciones en que las personas tienen mayor dependencia para realizar actividades básicas diarias, como es el caso de los bebés, por ejemplo. Pero todos necesitamos cuidado. Sin este trabajo de cuidado, la fuerza laboral no se reproduce y, por lo tanto, la sociedad y la economía no funcionan».
El proyecto fue enviado al Congreso Nacional por el Gobierno Federal, tras una propuesta elaborada por más de 20 ministerios en conjunto con el Parlamento, y aprobado de manera expedita y sin modificaciones al texto original, reflejando el compromiso de las autoridades en reconocer y abordar la importancia del cuidado en la sociedad brasileña.
La Ley Nº 15.069 sitúa a Brasil como referente en la protección de derechos de las personas mayores y en la construcción de un sistema de cuidado inclusivo. La sanción de la Política Nacional de Cuidados marca un hito en el reconocimiento del envejecimiento como una prioridad, reafirmando el compromiso del país con la dignidad y el bienestar de sus personas mayores.
Principales lineamientos de la Política Nacional de Cuidados
El proyecto de ley fue coordinado por el Ministerio de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Lucha Contra el Hambre (MDS) y el Ministerio de la Mujer, que firmó el proyecto de ley, junto con el Ministerio de Derechos Humanos y Ciudadanía (MDHC).
- El cuidado como derecho: La Política establece que el cuidado es tratado como un derecho de todas las personas, con responsabilidad compartida entre varones y mujeres y entre las familias, la comunidad, el sector privado y el Estado. El objetivo es aliviar la carga que históricamente recae sobre las mujeres, promoviendo la igualdad de género.
- Promoción del trabajo decente para los profesionales del cuidado: Incluye el compromiso del Estado de promover el trabajo decente para personas trabajadoras del cuidado remuneradas, representadas principalmente por trabajadoras/es domésticas/os.
- Prioridad a quienes más lo necesitan: Prioriza a niños, niñas y adolescentes -con énfasis en la primera infancia-, personas mayores y personas con discapacidad que necesitan cuidados y apoyo para las actividades de la vida diaria y personas que brindan cuidados -remunerados o no-. , que son principalmente mujeres, poniendo por primera vez el foco tanto en quienes necesitan cuidados como en quienes los brindan.
- Integración de esfuerzos nacionales y locales: Determina que el Gobierno Federal deberá presentar un Plan Nacional de Cuidados, con acciones, metas y presupuesto, buscando la adhesión de los estados y municipios e incentivando el desarrollo de planes locales.
Fuente: Agencia Gubernamental