
La efeméride fue constituida como una iniciativa social con el fin de alertar sobre el aislamiento involuntario y promover tanto políticas públicas específicas como el fortalecimiento de las redes de apoyo comunitario.
La soledad no deseada es una de las problemáticas sociales más extendidas y menos visibles del siglo XXI que trasciende fronteras y niveles socioeconómicos y afecta a un amplio espectro de la población: personas mayores, jóvenes, adolescentes, migrantes y diversos grupos en situación de vulnerabilidad.
Frente a esta realidad, diversas organizaciones impulsan esta fecha para generar conciencia, promover la prevención y reforzar la acción comunitaria, entendiendo que no es una elección individual, sino una problemática social que exige respuestas colectivas, institucionales y sostenidas en el tiempo. La propuesta de instaurar el 16 de diciembre surgió en Europa, impulsada por entidades sociales dedicadas al acompañamiento de personas en situación de aislamiento.
La soledad no deseada se define como la ausencia de relaciones significativas percibida como dolorosa y no elegida. A diferencia de la soledad voluntaria, este fenómeno conlleva graves consecuencias emocionales, psicológicas y físicas. Numerosos estudios han asociado el aislamiento prolongado con un mayor riesgo de depresión, ansiedad, deterioro cognitivo y enfermedades cardiovasculares.
A partir de estos datos, resulta claro que el problema no puede abordarse únicamente desde la esfera individual, ya que factores estructurales como el envejecimiento de la población, los cambios en los modelos familiares, la precariedad laboral y la urbanización influyen directamente en su expansión.
Como aporte, el Estudio sobre la Soledad en las Personas Mayores, elaborado por el PICSPAM, ofrece un panorama actualizado de esta problemática en la región. Con una metodología mixta que incluyó revisión bibliográfica, análisis documental, entrevistas a especialistas, encuestas y grupos focales, el informe explora tanto las tendencias del envejecimiento poblacional como los efectos negativos de la soledad no deseada en la salud y el bienestar de las personas mayores.
El documento identifica los principales factores que inciden en la soledad en la vejez —ingresos y situación laboral, condiciones de vivienda y entorno, recursos comunitarios disponibles, redes de apoyo, participación social y estado de salud— y sistematiza las iniciativas desarrolladas en distintos países, destacando buenas prácticas en Brasil, Chile, España, México, Paraguay, República Dominicana y Uruguay.
En el marco de la fecha, el PICSPAM hace un llamamiento a seguir investigando y promoviendo los derechos humanos de las personas a lo largo del curso de vida para garantizar vejeces dignas.
Una efeméride en construcción con alcance global
La propuesta de instaurar el Día Internacional contra la Soledad No Deseada fue impulsada este año por dos organizaciones de alcance internacional, la Asociación Mensajeros de la Paz y la Fundación Padre Ángel, como parte de una iniciativa social que busca visibilizar una crisis silenciosa con profundas implicancias en la salud pública, el bienestar colectivo y la cohesión social. Diversos organismos internacionales y estudios académicos coinciden en señalar que la soledad no deseada tiene impactos comparables a otros factores de riesgo ampliamente reconocidos, como el tabaquismo o la obesidad, y que requiere respuestas integrales que trasciendan lo individual para situarse en el plano de las políticas públicas, la planificación urbana y el fortalecimiento de los vínculos comunitarios.
En este sentido, la efeméride se proyecta como una herramienta de sensibilización y acción frente a una problemática que afecta a personas de todas las edades y contextos, con particular incidencia en personas mayores, jóvenes, personas con discapacidad y otros grupos en situación de vulnerabilidad. El reconocimiento internacional de esta fecha busca promover un enfoque global, basado en evidencia, que permita articular prevención, acompañamiento y participación social, entendiendo la conexión social como un derecho y un determinante clave de la salud y la dignidad a lo largo del curso de vida.
Recursos

Estudio «La soledad en la vejez: un desafío regional en Iberoamérica»
El reciente estudio impulsado en el marco del PICSPAM, se presenta como una herramienta clave para las instituciones responsables de la protección social de las personas mayores en la región, proporcionando información actualizada y relevante para la formulación de futuras políticas inclusivas.
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