Ilustración: Rocío Lana – Boletín N°31, “Gestión de iniciativas para la igualdad de género en las personas mayores”

La efeméride comenzó a conmemorarse en 1975, tras la proclamación de Naciones Unidas (ONU), en reconocimiento a la lucha de mujeres trabajadoras quienes, en 1908, en la ciudad de Nueva York, unieron fuerzas para luchar por la mejora de sus salarios, la reducción de las jornadas laborales y el derecho a votar. Hoy, 50 años más tarde, los desafíos continúan siendo numerosos y su conmemoración marca la urgencia de reconocer el papel crucial que desempeñan todas las mujeres, en cada etapa vital, en defensa de sus derechos y en la construcción de un mundo más justo e igualitario.

En particular, las mujeres adultas mayores, usualmente invisibilizadas, merecen ser reconocidas en tanto portadoras de sabiduría, experiencia y resiliencia a lo largo de la historia. Han enfrentado múltiples formas de discriminación basadas en su género, edad y, en muchos casos, otras condiciones como su origen étnico, su orientación sexual o su situación de discapacidad y sin embargo, han demostrado una capacidad para superar obstáculos, desafiar estereotipos y defender sus propios derechos y los de las generaciones futuras.

Las mujeres mayores también son agentes de cambio social, a través de su participación en organizaciones comunitarias, en las familias donde han ejercido tradicionalmente el rol de cuidadoras, en los grupos de defensa de derechos y otras iniciativas, ellas transforman sus comunidades y construyen un mundo más inclusivo para todas las personas.

En este marco, en 2025, ONU Mujeres propone celebrar el Día Internacional de la Mujer bajo el lema “Para las mujeres y niñas en TODA su diversidad: Derechos, igualdad y empoderamiento”. “El empoderamiento de la próxima generación es el núcleo de esta idea: la juventud, en especial las mujeres jóvenes y las niñas adolescentes, será protagonista de cambios duraderos”, señala el organismo internacional. En este sentido, la iniciativa marca la relevancia de fortalecer los procesos de envejecimiento, a través de la consolidación de derechos durante la niñez, la adolescencia y la adultez para llegar a vivir vejeces dignas, cuidadas, empoderadas y valoradas.

Los 50 años que cumple el Día Internacional de la Mujer coincide con el 30° Aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, un documento que presenta las bases para las políticas, los programas y la inversión en educación, salud, participación política, el empoderamiento económico y la eliminación de la violencia contra las mujeres y niñas.  Restan apenas cinco años para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

En el día Internacional de la Mujer, el Programa Iberoamericano de Cooperación sobre la Situación de las Personas Mayores (PICSPAM) comparte su Boletín N°31, “Gestión de iniciativas para la igualdad de género en las personas mayores”, publicado en el mes de junio del 2024, como aporte que da cuenta de que las personas mayores son un sector poblacional afectado por las desigualdades de género (entre otras) y que en consecuencia deben existir instancias que no sólo las evidencien, sino que las aborden.

Justamente, para enfrentar estos escenarios desafiantes en la región, es preciso construir y sostener un pacto colectivo, marcos comunes y acciones concretas que puedan sentar las bases para consolidar sociedades más igualitarias e inclusivas a lo largo de la vida de las personas.

Ilustración: Rocío Lana para el Boletín N°31 con adaptación digital del Programa para el #8M