En el marco del décimo aniversario del Programa Iberoamericano de Cooperación sobre la Situación de las Personas Adultas Mayores (PICSPAM), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) de México destaca su estrategia de atención diurna dirigida a fortalecer un modelo de vejez activa, autónoma e integrada al medio social.
Según datos del Censo Nacional de Población y Vivienda elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2021) en el año 2020 residían más de 15 millones de personas de 60 años o más, representando un 12% del total de la población mexicana. Con el tiempo, este grupo pasó de ser aproximadamente del 5% en 1950 a 7,2% en 2000 y se prevé que para el 2050 llegue al 23%, según estimaciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO, 2021).
Este incremento de la proporción de personas mayores en México no es ajeno a lo que sucede en el resto de los países de América Latina y el Caribe, ya que, si bien se encuentran en distintas fases del proceso de envejecimiento, los porcentajes se asemejan y en su mayoría tendrán una proporción cada vez mayor de personas mayores, lo que reconfigurará sus pirámides demográficas.
Frente a este escenario regional común, se hace evidente la importancia de planificar acciones conjuntas, basadas en la realidad demográfica y que contemplen las particularidades y diversidades de los países con el fin de lograr una mayor protección de los derechos de las personas mayores. Esto supone, por un lado, el trabajo mancomunado de los Estados mediante la cooperación para incentivar el papel activo de las instituciones y dar impulso al desarrollo de acciones de colaboración frente a problemáticas comunes que promuevan el intercambio de experiencias, acuerdos y compromisos; y, por otro lado, en el plano local, fortalecer y/o promover políticas públicas que mejoren la calidad de vida de las personas mayores.
En el caso de México, el ISSSTE es la organización que administra parte del cuidado de la salud y seguridad social y cuenta, entre sus diversas propuestas, con una política institucional de atención al envejecimiento cuyo objetivo es contribuir de manera activa al logro del desarrollo integral de sus trabajadores/as jubilados/as, pensionados/as y familiares derechohabientes.
Entre las acciones que el organismo viene desarrollando se destaca su dispositivo de atención diurna denominado “Casas de Día”, un espacio institucional para que las personas mayores desarrollen actividades sociales, culturales, deportivas, recreativas y de terapia ocupacional.
Las “Casas de Día” del ISSSTE
La creación de estos espaciosse enmarca en la Política para la Atención Integral de las Personas Adultas Mayores, aprobada por la Junta Directiva del ISSSTE en febrero de 2014. En sinergia con el Instituto Nacional de Desarrollo Social (INDESOL), la primera Casa de Día del ISSSTE fue inaugurada en la delegación Miguel Hidalgo, Ciudad de México, en septiembre de 2014. “Como parte de la estrategia integral de atención a las personas mayores, el Instituto dedicó sus esfuerzos a reforzar los espacios de los/as derechohabientes y recuperar el sentido social de los servicios”, expresan desde el Instituto.
Actualmente, existen 22 casas que ofrecen sus servicios a 661.515 personas jubiladas del ISSSTE y están distribuidas en diferentes estados del país. Cada una de ellas dispone de programas de atención y participación: “La propuesta se enfoca en mejorar la salud integral, el aspecto físico-emocional y la integración social y autonomía de este grupo, a través de 3 ejes: activación física, activación mental y desarrollo de expresiones artísticas”, destacan desde el organismo.
En el año 2021 se registraron 22.463 servicios a nivel nacional y estiman que en 2022 habrá un 5% de incremento del número de servicios. Sobre su capacidad de asistencia, los espacios disponen lugar para 100 y 200 personas incluyendo el personal operativo y las personas usuarias.
Las “Casas de Día” brindan una estancia de 8 a 10 horas consecutivas y cuentan con una infraestructura adaptada (rampas, pasamanos, entre otros), lo que facilita la participación de las personas que asisten a dichos centros. Sobre ello, desde el ISSSTE señalan que “fueron diseñados de manera accesible, para brindar un servicio con calidez donde las personas mayores puedan realizar diversas actividades con plena seguridad y comodidad, y día a día, poder convivir, compartir y desarrollar estas actividades en un entorno que los hará sentir como casa, ya que tiene como objetivo contribuir al envejecimiento exitoso, activo y saludable para las personas mayores derechohabientes, jubilados/as y pensionado/as del Instituto”.
Ámbitos de participación, prevención, promoción e inclusión social
Las “Casas de Día” del ISSSTE resultan de suma importancia para las personas mayores ya que les brindan múltiples beneficios. En primer lugar, se presentan como dispositivos alternativos a la institucionalización, lo que favorece la permanencia en sus domicilios el mayor tiempo posible.
Asimismo, son ámbitos de participación en donde las personas crean vínculos y relaciones sociales a partir de propuestas recreativas, talleres artísticos y visitas vivenciales; bibliotecas comunitarias, enfocadas a promover la agilidad mental; actividades deportivas; terapia ocupacional; talleres de creación de productos para fortalecer sus finanzas personales; y el acercamiento a los servicios de salud enfocado a la prevención y asistencia social.
“Ver en las Casas de Día a personas adultas mayores convivir, reír, recuperarse de una depresión, ver cómo van generando nuevas amistades, saber que estos espacios son como su segundo hogar, para muchos su primero, ha rellenado de compromiso a todas las personas que trabajamos aquí. Nos convierte en una sociedad comprometida con las personas adultas mayores”, expresa Alma Teresa Cervantes Ángeles, Jefa de Departamento de Acción Social, Cultural y Deportivo de la Zona Poniente.
“Un compañero me comentó de la existencia de las Casas de Día. En ese entonces me encontraba en un momento muy difícil de depresión y decidí acercarme. Desde el primer día que me presenté, ‘vi la luz’, este es hermoso lugar. El personal es muy atento, me ayudaron mucho a salir de mi depresión y de mis problemas. Aquí cuento con diferentes actividades que me en mi vida había hecho. Después de mis 80 años aprendí a hacer muchas cosas hacer. Estoy muy agradecida con Casa de Día, ojalá haya muchos más lugares como este”
Martha Jardón Juárez
Cabe destacar que, en todos los centros, se implementa el Programa Geriátrico-Recreativo, que brinda alojamiento, alimentación y actividades físicas, culturales y ocupacionales bajo el cuidado del personal especializado.
“Todo ello se otorga en ambientes agradables y seguros que operan durante el tiempo de una jornada normal de trabajo. Con estas medidas, el Instituto empodera a sus derechohabientes en la vejez para conservar su autonomía, funcionalidad y capacidad de autodeterminación; además contribuye a garantizar la plena integración de las personas mayores en la sociedad y fomenta una cultura de respeto y trato digno”, enfatizan desde el ISSSTE.
“Desde que asisto a la Casa de Día, la siento como mi segunda casa. Tenemos muchas actividades. Desde que me jubile, he estado asistiendo. Me gusta bailar, por eso voy a clases de baile, también a las clases de manualidades y de tejido. Nos sentimos muy a gusto, y le agradecemos al ISSSTE por ello. También aprovecho la ocasión para invitar a participar a todas las personas mayores de México”.
Lilia Leticia Borrego Correa
“Con estas medidas, el Instituto empodera a sus derechohabientes en la vejez para conservar su autonomía, funcionalidad y capacidad de autodeterminación; además contribuye a garantizar la plena integración de las personas mayores en la sociedad y fomenta una cultura de respeto y trato digno”, afirman desde el ISSSTE.
* Nota publicada en el Boletín 26, «Décimo Aniversario del Programa Iberoamericano de Cooperación sobre la Situación de las Personas Adultas Mayores» del PICSPAM.