Este programa de pensión alcanza más de 6 millones de personas mayores residentes en zonas rurales o urbanas, que posean hasta 50 mil habitantes y con desempeño productivo en ámbitos rurales o pesca artesanal, y a personas con discapacidad que vivan en estas zonas del país.

En la actualidad, Brasil posee más de 29 millones de personas mayores de 60 años, según su Instituto de estadística (IBGE), y dentro de este grupo etario existe un importante segmento dentro de la población rural. En relación a este dato, la División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU estima que en 2018 el país ya contaba con un 13,4% de mayores en zonas rurales (casi 4 millones de personas), mientras que el 86,6% restante se concentraba en medios urbanos, consolidando así la tendencia de la región que implica la concentración urbana de las personas mayores.

Si a este escenario demográfico regional se le suman aspectos en detrimento de los ámbitos rurales como la carencia total o parcial de sistemas de protección social y/o una tradición de alta informalidad o semi informalidad del empleo, asociada a la ausencia de instituciones laborales y a las características del tipo de trabajo (estacionalidad, cuentapropismo, trabajo familiar no remunerado, labores riesgosas, intermitencia en las contribuciones, entre otros), el escenario se complejiza aún más y pone de manifiesto la necesidad de desplegar dispositivos que estén dirigidos a paliar las desigualdades que generan las situaciones de pobreza y de desprotección que vulneran a muchas de las personas mayores de estas zonas de toda la región.

En ese sentido, Brasil ha sostenido desde los inicios de la década del ’90 (con continuidades y variaciones) la implementación de “Previdência Rural”, un programa de pensión focalizada para los trabajadores rurales informales del país, que es ejecutado por el Instituto Nacional del Seguro Social (INSS) del Ministerio de Previsión Social y forma parte del Régimen General de Previsión Social (RGPS). Este dispositivo, que apuntan a cuidar la seguridad de los ingresos de las personas mayores, sobre todo a los sectores más desfavorecidos del ámbito rural, recoge los lineamientos normativos de la Constitución de 1988 del país que aseguran una pensión básica equivalente al salario mínimo para las y los trabajadores que no están insertos en los sistemas de pensión y jubilación nacional.

Previdência Rural alcanza más de 6 millones de personas mayores | Fuente: Imirante.com

De esta manera, “Previdência Rural”, es un programa que está destinado a personas mayores residentes en áreas rurales o urbanas de hasta 50 mil habitantes con desempeño económico y productivo en ámbitos rurales o pesca artesanal y también a personas con discapacidad que residan en estas zonas. En la actualidad, casi 6 millones y medio de personas son alcanzadas por este derecho, de las cuales medio millón son personas con discapacidad y el resto mayores de 60 años. 

En 2019, a propósito de las modificaciones del sistema previsional brasilero que aprobó el Senado del país, muchas de las condiciones del programa se mantuvieron. La más importante tiene que ver con la edad de ingreso a la pensión en el caso de asegurados y aseguradas especiales, es decir, que no son grandes productores y que no han contribuido regularmente al INSS, que es de 60 años para los varones y de 55 para las mujeres. Por esta razón, “Previdência Rural”, se trata de un programa de naturaleza “semi contributiva” debido a que, para gozar de esta prestación, las y los trabajadores deben demostrar un mínimo de 180 meses de trabajo rural (15 años). No obstante, es importante señalar que el financiamiento de este dispositivo es mixto ya que se constituye a partir de recursos fiscales de rentas generales, de subsidios del régimen contributivo para trabajadores urbanos y de impuestos a la comercialización primaria de productos agrícolas.

La ONU estima que en 2018 Brasil contaba con casi 4 millones de personas mayores en zonas rurales | Fuente: Testonoticias

En la región de Latinoamérica y el Caribe, son pocos los ejemplos que se asemejan a este tipo de instrumentos sectoriales y focalizados que permiten la cobertura de colectivos que se encuentran en una posición desfavorable frente al resto de la sociedad. A “Previdência Rural” se puede sumar el caso de México con el «Programa de Atención a Adultos Mayores en Zonas Rurales», que ya no existe como tal porque fue integrado al nuevo programa de pensiones actual del país, o el “Seguro Social Campesino” que instrumenta el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social desde hace más de 50 años.

Para 2030, Brasil tenderá a igualar la proporción de menores de 15 con mayores de 60 años según las proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Frente a tal fenómeno sociodemográfico, si bien se hará más notorio en los medios urbanos del país, será imprescindible crear y/o mejorar este tipo de instrumentos de protección social para poder garantizar condiciones de vida más dignas e igualitarias a las personas mayores rurales.

Para conocer más sobre “Previdência Rural”, sus condiciones y aplicación visitar: inss.gov.br/beneficios/aposentadoria-por-idade-rural/

*Nota publicada en el Boletín 20, «Las personas mayores en el ámbito rural» del Programa Iberoamericano de Cooperación sobre la Situación de las Personas Adultas Mayores.