“La perspectiva de edad y el abordaje del envejecimiento en el marco de los de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, son los principales retos a los que todos los gobiernos deberán hacer frente en sus políticas en favor de las personas mayores”, expresan desde el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO).
España es uno de los países más envejecidos del mundo. Según los últimos datos estadísticos del Padrón Continuo del Instituto Nacional de Estadística (INE) hay 9.057.193 de personas mayores, un 19,3% sobre el total de la población. Asimismo, la esperanza de vida crece de forma casi ininterrumpida desde 1975 y en 2019 alcanzó los 86,22 años en las mujeres y los 80,87 en los varones.
Desde hace tiempo, el rápido envejecimiento de la población española exige medidas inmediatas para garantizar la calidad de vida de las personas mayores. “A este respecto, es importante contextualizar la importancia de esta cuestión en la agenda política de los poderes públicos en España: Estado, Comunidades Autónomas y Entidades Locales asumieron el reto demográfico que supone tener la segunda esperanza de vida más alta del mundo, después de Japón”, expresan desde la entidad dependiente del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.
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*Nota publicada en el Boletín 22, «Reflexiones, logros y desafíos: a 18 años del Plan de Acción Mundial sobre el envejecimiento de Madrid y a 5 años de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores» del Programa Iberoamericano de Cooperación sobre la Situación de las Personas Adultas Mayores.