Fundada en la Universidad de La Habana, la Cátedra Universitaria del Adulto Mayor (CUAM) promueve desde hace más de 20 años la educación continua y permanente. Para conocer más de cerca la propuesta de la cual han participado alrededor de 115 mil personas mayores, dialogamos con Teresa Orosa Fraíz, presidenta y fundadora de la primera Cátedra Universitaria del país. 

Teresa Orosa Fraíz, Presidenta de la Sección de Psicogerontología de la Sociedad Cubana de Psicología y Miembro Fundadora de la Red Iberoamericana de Programas Universitarios con Mayores (RIPUAM) | Fuente: Universidad de La Habana

Pregunta. La CUAM se erige como el modelo cubano de educación con y para las personas adultas mayores. ¿Cuáles son sus bases educativas y sus rasgos más significativos?

Respuesta. Efectivamente la Cátedra constituye un modelo de educación ‘con y para’  las personas mayores porque fue concebido, en gran parte, por maestras jubiladas con la participación de las personas mayores como docentes y la contribución de personas egresadas. Conforman un enorme claustro voluntario dedicado a la actualización cultural y científico-técnica de las personas mayores cursantes, agrupadas en diferentes aulas en la comunidad. Cada CUAM está constituida por grupos multidisciplinarios, con misiones de investigación, asesoramiento de proyectos y capacitación gerontológica.

Respecto a sus bases educativas, las CUAM parten de presupuestos teóricos de las Ciencias del Envejecimiento, especialmente de la Gerontología Educativa, así como, de la Gerontagogía, esta última como rama de las Ciencias de la Educación. No son bases pedagógicas, dado que se trata de los procesos de aprendizaje en las personas mayores, a través de dispositivos educativos de acuerdo con las características de la edad. A la vez, se tiene en cuenta que es la franja etaria en la que las personas presentan mayores diferencias de manera que se considera la diversidad, no en el nivel educacional previo de cada cursante, sino más bien en las experiencias e historias de vida. Un punto relevante es precisamente que las personas mayores son identificadas como cursantes y no como pacientes.  

Otro dato para remarcar es que las CUAM se caracterizan por ser gratuitas y accesibles geográficamente, pues si bien sus sedes centrales se encuentran en los Centros de Educación Superior del país, una gran parte de sus aulas funcionan en las localidades de residencia de las personas cursantes, sean urbanas o rurales.

Asimismo, se destaca que los objetivos de la cátedra han sido cada vez más dedicados a la reinserción de las personas mayores en el desarrollo local y no sólo con el fin de adquirir conocimientos para su acervo individual. Esto es, estudiar y actualizarse para seguir siendo parte de la dinámica de la comunidad, con diálogos fortalecidos y empoderados por el conocimiento actualizado y por el ejercicio de fuertes redes sociales.

Pregunta. Al momento de diseñar y desarrollar iniciativas socioeducativas con y para personas mayores, ¿Qué factores se tienen en cuenta desde las CUAM?

Respuesta. A lo largo de cada curso se pueden observar un conjunto de iniciativas socioeducativas en parte diseñadas por el consejo técnico de la Cátedra, y en parte por las propias personas mayores y de forma muy creativa. A su vez, se trata de diferentes modalidades de acciones socioeducativas. Para la implementación de las mismas se tienen en cuenta factores motivacionales o intereses expresados por los grupos de mayores, así como las potencialidades de los/as cursantes en asumir nuevos retos.

En principio, se dispone de un programa con todos los encuentros planificados en contenidos, pero cada curso se va ajustando, pues también intervienen factores de carácter cultural o tradiciones de la localidad que imprimen sus propios matices. De ahí que, en el transcurso de los encuentros o clases se introducen alternativas de celebración de efemérides patrióticas, jornadas de actividad científicas a través de ponencias de un tema o recorridos por rutas históricas, concursos dedicados a una expresión artística o formación de grupos ambientalistas en preservación del entorno y mitigación de afectaciones, debido al cambio climático.

Respecto a los contenidos, estos se agrupan en cinco módulos temáticos, a saber, introductorio o propedéutico, desarrollo humano, promoción y educación de salud, cultura contemporánea y el de seguridad social y derechos. A su vez, los temas que se agrupan en estos módulos son abordados a través de los denominados ejes temáticos, tales como: enfoque de género, creatividad, valores, medio ambiente y pensamiento martiano.

Otro factor a tener en cuenta es la necesidad de capacitar a educadores/as de personas mayores, pues no basta con disponer conocimientos de un tema, sino también una metodología que permita la evocación de vivencias de las personas cursantes y construcción colectiva de esa re-creación del conocimiento.

“LOS OBJETIVOS DE LA CÁTEDRA HAN SIDO CADA VEZ MÁS DEDICADOS A LA REINSERCIÓN DE LAS PERSONAS MAYORES EN EL DESARROLLO LOCAL Y NO SÓLO CON EL FIN DE ADQUIRIR CONOCIMIENTOS PARA SU ACERVO INDIVIDUAL”

Pregunta. Según su experiencia, ¿Qué impacto tienen las acciones de la Cátedra en la familia y la comunidad sobre la mirada que se tiene de la vejez? ¿Cómo se reflejan las CUAM en la sociedad?

Respuesta. Ya desde la primera graduación, hace 20 años atrás, quedé impresionada de los impactos de la Cátedra en las familias de las personas cursantes. Ese día el Aula Magna de la Universidad de La Habana estaba repleta de graduados/as del primer curso y de sus familias, estas últimas totalmente asombradas de lo que estaba pasando. Cuando se  decía la edad de cada persona, trayectoria, años de trabajo, reconocimientos recibidos, gestas importantes del país en las cuales había participado, entre otras informaciones relevantes, no siempre la familia conocía esas trayectorias, simplemente sabían que era su abuelo o su abuela. Con los años, diversos miembros de la familia han funcionado como tutores de las tesinas que se presentan al final de cada curso.

Por otro lado, en las investigaciones de impactos del programa que hemos llevado a cabo, se hace referencia por parte de las personas participantes de una mejoría en las relaciones intrafamiliares, aprendizajes sobre la defensa de sus derechos y mayores diálogos.

A nivel de la comunidad se producen impactos también, pues, de hecho, durante el transcurso del funcionamiento de las aulas, las personas mayores invitan a estructuras de gobierno y de diversas instituciones a sus actividades. Y en la sociedad, ya se visibiliza el escenario escolar como posible para las personas mayores. Aun cuando todavía no se conocen suficientemente las características del programa, sí es identificado como parte de las acciones a favor del buen envejecer. Las CUAM se encuentran aportando en primera línea una nueva imagen de la vejez.

Pregunta. ¿Qué acciones en alfabetización digital y actualización en tecnologías digitales se desarrollan en el marco de las CUAM?

Respuesta. La dimensión sobre alfabetización digital y actualización en tecnologías digitales siempre ha estado presente en el programa de la Cátedra, pero aún dista de cumplir con las expectativas por carencias de tales recursos, en nuestras aulas. Aun así, se han gestionado alternativas con los llamados Club de Computación de cada municipio, o de cursos sobre telefonía móvil, pero aún son acciones por fortalecer en nuestro programa. 

«Siento una gran responsabilidad, pues son muchas las personas que hoy tributan a este programa, no solo en La Habana, sino en todas las provincias del país, en aulas de mayores urbanas y rurales, desde las disímiles historias de vida, pero con la misma necesidad de seguir estudiando, ya que como dijera nuestro Apóstol José Martí ‘la educación ha de ir a dónde va la vida’. Por tanto, si la vida nos lleva felizmente a la vejez, seguiremos estudiando y aprendiendo»

La dimensión sobre alfabetización digital y actualización en tecnologías digitales siempre ha estado presente en el programa de la Cátedra | Fuente: Propia

Pregunta. En su opinión, ¿Cuáles son los retos y oportunidades del aprendizaje en la vejez? ¿Hacia dónde se encamina la educación en la vejez? Respecto a las CUAM, ¿Qué futuro les ve?

Respuesta. El primer desafío es garantizar estos espacios educativos. No se puede hablar en abstracto y decir que en la vejez continúa el desarrollo de nuevos motivos como el de aprender cosas nuevas, si no se propician espacios de educación continua y permanente. Por otra parte, hasta hoy los programas de mayores han existido como tendencia adscritas a las universidades de los países, a partir de la creación de la Universidad de Tercera Edad en la Universidad de Toulouse, en Francia, como la primera en el mundo. En el transcurso de décadas hemos intercambiado con programas procedentes de muchos países y concluido que, al ser diferentes en diseños curriculares, todos van dirigidos a actualizar procesos de conocimiento y a mejorar la calidad de vida de sus participantes e inclusive algunas propuestas se van encaminando a ofrecer herramientas para el microemprendimiento u otras salidas de reinserción económica.

En lo personal, creo que los programas de mayores, entre ellos el nuestro, se deberán ir pareciendo cada vez más a las nuevas generaciones de mayores y a sus necesidades e intereses.

Además, quienes aún no logran ver la importancia de los programas de educación de mayores, de seguro irán comprendiendo, no sólo la nobleza de sus propósitos, sino también la fortaleza de dichos programas, en aras de estrategias de promoción de salud, de inclusión social, empoderamiento, entornos amigables, percepción de bienestar y derechos humanos.

“EN LAS INVESTIGACIONES DE IMPACTOS DEL PROGRAMA QUE HEMOS LLEVADO A CABO DURANTE ESTOS AÑOS, SE HACE REFERENCIA POR PARTE DE LAS PERSONAS PARTICIPANTES DE UNA MEJORÍA EN LAS RELACIONES INTRAFAMILIARES, APRENDIZAJES SOBRE LA DEFENSA DE SUS DERECHOS Y MAYORES DIÁLOGOS”

Ilustración: Rocío Lana

Pregunta. En este contexto de pandemia, ¿Qué acciones se están llevando a cabo para darle continuidad a las propuestas educativas de las CUAM?

Respuesta. Desde la Cátedra, inmediatamente que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara el nuevo coronavirus en condición de pandemia, tomamos la decisión del receso en las actividades presenciales, y más aún, ante el llamado al ‘Quédate en Casa’.  Al transcurrir tanto tiempo y al no disponer de plataformas y accesibilidad de todos los cursantes a las tecnologías digitales, elaboramos un plan de tareas en forma de ejercicios de integración, acerca de los contenidos que quedaron pendientes de cursar. En periodo de fase en acercamiento a normalidad se lograron reunir cursantes, en forma de pequeños equipos, guardando todas las medidas sanitarias. En este escenario, quienes cursan lograron actualizarse en la redacción de los trabajos finales o tesinas, que aún no han logrado presentarse, debido a aparición de actual fase de alta incidencia de la enfermedad. Por tanto, todas las condiciones están listas para cuando se puedan hacer las presentaciones y graduaciones correspondientes.

Asimismo, el equipo de dirección de la Cátedra ha llevado a cabo dos proyectos importantes durante este año de pandemia. Por un lado, el monitoreo de posibles afectaciones de las 1.164 personas mayores entre cursantes y educadores/as mayores, gracias a la comunicación sistemática telefónica y a la colaboración de coordinadores/as municipales. A su vez, al convocarse por la Sociedad Cubana de Psicología el proyecto Psicogrupos vía WhatsApp, la Cátedra pasó a coordinar el dirigido a personas mayores y cuidadores/as. Ambas gestiones permitieron el diseño del Observatorio Psicogerontológico, en tiempos de pandemia, bajo tres objetivos fundamentales: fomentar una adecuada percepción del riesgo; identificar y acompañar las alteraciones psicológicas debido a situación de aislamiento; y promover la Campaña del Buen Trato a los mayores.

Esta acción de promoción pretende visibilizar la vulnerabilidad causada ya no por el virus, sino por la imposición de algunas familias de medidas de restricción a las personas mayores, subestimando las capacidades de decisión, responsabilidad y autonomía de la gran mayoría. Además busca cuestionar diversas expresiones en rebrotes de viejismos en los medios cuando, por ejemplo, se llama desde las buenas intenciones a la protección de “los abuelitos”.

Por último, he de destacar, en las vivencias referidas por las propias personas mayores cubanas, la confianza de ser atendidas en caso de contagio y nunca la incertidumbre causada por situaciones, que, en otros países, han tenido que enfrentar las personas mayores discriminadas y descartadas, ante el dilema de la última cama o del trato de la misericordia.

*Nota publicada en el Boletín 23, «Las personas adultas mayores y el aprendizaje a lo largo de la vida» del Programa Iberoamericano de Cooperación sobre la Situación de las Personas Adultas Mayores.