El Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (INSSJP) tiene como objetivo promover el bienestar de las personas mayores y su participación en la sociedad en igualdad de condiciones. Reconoce que las propuestas formativas son indispensables para jerarquizar el rol de cuidadoras/es y garantizar la autonomía y la independencia en la vejez.
La obra social más grande de Latinoamérica acompaña a 5 millones de personas afiliadas con acciones que buscan fortalecer los servicios de cuidado basados en un modelo progresivo de atención que incluye cuidados en la comunidad -en domicilio y en Centros de Día-, cuidados institucionales -en Residencias de Larga Estadía- e instancias de formación y capacitación destinadas a cuidadoras/es.
En el marco de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores (CIPDHPM), Ley 27360, que recientemente adquirió rango constitucional mediante la sanción de la Ley 27.700, PAMI reconoce que este grupo etario “tiene derecho a un sistema integral de cuidados que provea la protección y promoción de la salud, cobertura de servicios sociales, seguridad alimentaria y nutricional, agua, vestuario y vivienda, promoviendo que la persona mayor pueda decidir permanecer en su hogar y mantener la independencia y autonomía”.
En este sentido, la directora ejecutiva de PAMI, Lic. Luana Volnovich, aseguró que “ni las personas mayores se vuelven niños ni dejan de tomar sus decisiones por más enfermas que se encuentren. El respeto a la autonomía es fundamental para garantizar el buen trato y los derechos humanos de quienes están transitando la vejez”.
Las políticas de cuidados son indefectiblemente políticas de inclusión social que pretenden que las personas alcancen un nivel de bienestar y desarrollen su potencial para participar en igualdad de condiciones en todos los ámbitos de la vida. Es fundamental que esta premisa sea concebida así e interpretada tanto por quienes son cuidadas/os como por quienes trabajan cuidando.
Asimismo, también “es muy importante jerarquizar las tareas de cuidado de personas mayores porque son diferentes a las tareas domésticas, ya que suponen reconocer muchos tecnicismos, derechos y características generales de quienes, por distintas circunstancias, requieren apoyos durante la vejez. Es decir, el cuidador no debe ser entendido como alguien que tiene que hacer compañía y nada más; brinda una prestación, un servicio que precisa de saberes que se posicionan siempre en una perspectiva de derechos”, explicó la Dra. Mónica Roqué, titular de la Secretaría de Derechos Humanos, Gerontología Comunitaria, Género y Políticas de Cuidado de PAMI.
Si bien el envejecimiento de la población es uno de los mayores triunfos de la humanidad, «también es uno de los mayores desafíos que precisa de políticas y programas diversos que mejoren la salud, la participación y la seguridad de las personas mayores, atendiendo la diferencialidad”, explicó Roqué. “Tras la experiencia del COVID-19, en la que se visibilizó el fuerte edadismo/viejismo, debemos trabajar mediante instancias de formación destinadas a toda la sociedad, pero en especial a quienes trabajan o van a trabajar cuidando a personas mayores para eliminar todos los prejuicios y estigmas construidos en torno a la edad”, agregó.
En ese camino, PAMI creó el primer portal de capacitación en gerontología destinado a profesionales y público general que brinda cursos de derechos humanos, actualizaciones en geriatría, modelos innovadores de atención, herramientas de gestión para residencias de larga estadía y abordaje de las violencias, entre otros temas. “Desde el inicio de la gestión nos propusimos seguir profesionalizando la tarea de las y los trabajadores y del personal de salud y de cuidados a través de la formación en gerontología y logramos ampliarlo hacia otros grupos sociales”, resaltó Volnovich.
Cuidados en la comunidad
En el marco de los cuidados en la comunidad y, particularmente, de los cuidados domiciliarios, PAMI cuenta con dos programas: de Atención a la Dependencia y Fragilidad, y de Apoyo y Cuidados en Domicilio.
–Programa de Atención a la Dependencia y Fragilidad: tiene como objetivo proveer apoyo económico para pagar la contratación de un/una cuidador/a domiciliario/a para aquellas personas afiliadas que presentan situaciones de dependencia y fragilidad (derivadas de causas físicas o de deterioros cognitivos) o que requieren ayuda para el desempeño de las actividades instrumentales o básicas de la vida diaria. Hasta el momento alcanzó una cobertura de 52.000 afiliadas y afiliados.
–Programa de Apoyo y Cuidados en Domicilio: busca brindar asistencia integral a quienes se encuentran en situación de dependencia o fragilidad mediante prestaciones directas (y no mediante subsidios) con el fin de promover la autonomía personal y la permanencia de las personas en sus hogares y entornos comunitarios. La prestación es modulada en horas de apoyo y cuidados en domicilio. Para ello, se aplica un Baremo de Autonomía Personal para las actividades de la vida diaria, un instrumento de medición que permite determinar la necesidad de apoyo y cuidados de cada persona.
Cuidados institucionales
PAMI cuenta con Residencias de Larga Estadía que alojan a personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad social o con algún grado de dependencia para el desarrollo de las actividades de la vida diaria y que no puedan ser autosostenidas o cuidadas por miembros de su grupo primario ni por personal capacitado dentro de su ámbito.
En las residencias se practica una mirada interdisciplinaria tanto en el proceso de evaluación previo al ingreso como así también en el diseño de las intervenciones durante la convivencia tendiente a promover la salud integral y el bienestar biopsicosocial de las personas mayores. Actualmente, PAMI cuenta con 542 residencias prestadoras contratadas a lo largo del país, en las que viven más de 19.500 personas afiliadas. Cabe destacar que a inicios de la pandemia generada por el COVID-19, el organismo creó el Programa Residencias Cuidadas, el cual permitió contener y acompañar las situaciones de contagios en las residencias y brindar una atención adecuada y permanente.
Cursos de formación para jerarquizar el trabajo de cuidadoras y cuidadores de personas mayores
Junto con distintas universidades nacionales del país, PAMI impulsa la implementación del Curso de Formación para Cuidadoras/es de Personas Mayores en Domicilio desde la perspectiva de la atención centrada en la persona y en el enfoque de derechos humanos. La propuesta brinda conocimientos teórico-prácticos sobre la temática del cuidado, tiene una duración de 4 meses con un total de 485 horas y cuenta con el reconocimiento del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología a través del Consejo Federal de Educación en su Resolución Nro. 149/2011. El contenido mínimo del curso fue consensuado por los países del Programa Iberoamericano de Personas Mayores que dirige la OISS España.
Durante su realización se busca que las/os participantes desarrollen las habilidades técnicas y sociales necesarias para el cuidado fomentando las buenas prácticas, consoliden el ejercicio de su rol fortaleciendo su capacidad de autocuidado y autovaloración, obtengan herramientas que permitan la organización de sistemas de empleo y de distintas modalidades de asociativismo y cooperativismo, y jerarquicen el rol del cuidador y de la cuidadora a través de la formalización de su tarea.
Para incrementar la cantidad de trabajadores/as de cuidados, desde noviembre de 2022 a junio de 2023 se realizarán 30 cursos en diferentes localidades de Argentina que, se estima, formarán a más de 2000 cuidadoras/es de personas mayores.
En el año 2021, con el objetivo de promover el Buentrato a las personas mayores, mejorar la calidad de atención y combatir cualquier forma de discriminación y maltrato, PAMI lanzó el curso En sus zapatos, una propuesta formativa destinada específicamente al personal de cuidados de las Residencias de Larga Estadía prestadoras del Instituto. Hasta el momento se realizaron cuatro ediciones que contaron con la participación de 3000 asistentes.
* Ver nota completa en el Boletín 28, «El trabajo de cuidadoras y cuidadores de personas adultas mayores, en especial, tras la crisis generada por el COVID-19» del PICSPAM.