Ilustración: Rocío Lana

PAMI busca comprender las vejeces en sus contextos sociales, su historicidad y sus trayectorias de vida desde una perspectiva de derechos humanos que incluye una mirada integral de género, y también procura tratar de forma amplia el acceso a una vida libre de violencias y discriminación.

El Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI) representa la obra social más grande de Latinoamérica y garantiza la cobertura de salud y de prestaciones sociales a gran parte de la población mayor en Argentina: cuenta con más de 5 millones de personas afiliadas, de las cuales el 63% son mujeres.

De esta manera, el Instituto implementa diversas acciones con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas mayores, promover su bienestar y su participación en igualdad de condiciones. En particular, implementa políticas de género que tienen como eje central impulsar acciones para revertir el impacto que las desigualdades originadas en el género pudiesen provocar sobre la salud integral de las personas.

El INSSJP, aborda situaciones de violencia de género, desde una perspectiva amplia, construyendo redes de contención y fortaleciendo la interacción mediante un equipo interdisciplinario, especializado en la problemática gerontológica, brindando asistencia psicosocial.  La mencionada asistencia puede ser presencial o virtual, teniendo en cuenta las posibilidades de acceso al uso de la herramienta tecnológica, para lo cual, se brinda previamente una capacitación.

Hasta el momento se han recibido 6.000 consultas y se resolvieron más de 500 situaciones que implicaron articulaciones y seguimientos con diferentes áreas del Instituto. En su mayoría, las situaciones corresponden a violencias de tipo física y psicológica, aunque también hay de tipo sexual y económica, entre otras, principalmente, en los ámbitos doméstico e institucional. Es importante destacar que, al menos, una de cada cuatro situaciones fue de alto riesgo y de más de 20 años de duración.

De forma complementaria al acompañamiento individual, funciona un Grupo de Ayuda Mutua (GAM) destinado a personas en situación de violencia, con el objetivo de fortalecer la autonomía y las redes de quienes requieren tal asistencia. Su creación facilita la reflexión en profundidad de lo que motivó la consulta, seguido por la generación de nuevas redes e incluso el inicio de acciones colectivas sobre la temática.

En paralelo, con la finalidad de favorecer los abordajes y brindar las herramientas institucionales necesarias para que el equipo profesional del Instituto instrumente la perspectiva de género en todo el país se realizan talleres sobre herramientas de detección y resolución de situaciones de violencia por razones de género en la vejez, y se ha trabajado en dispositivos de cuidados a largo plazo como residencias de larga estadía, centros y clubes de día y con cuidadoras domiciliarias.  Es importante promover el trabajo con personas mayores en un marco de trato digno y de respeto a la autonomía y en la generación de espacios de reflexión alrededor de las prácticas profesionales con relación a las problemáticas de violencia en la vejez.

Se acompañan estas acciones con campañas audiovisuales y gráficas en redes sociales para visibilizar a las vejeces, teniendo en cuenta el respeto a sus derechos y la prevención de violencias.

Esta difusión posibilita que las personas mayores y las personas de su entorno, así como el personal que atiende esté atento al cuidado de la salud integral. En esta línea se ha incorporado el análisis de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), de manera automática, con consentimiento, para nuevos ingresos de personas afiliadas a las residencias de larga estadía de PAMI, a fin de evitar diagnósticos tardíos de VIH y sífilis en la población adulta mayor.

En este sentido, también se han distribuido preservativos para que las personas mayores puedan acceder a este método de prevención de ITS en los diversos ámbitos en los que transitan: efectores de salud, centros de día, residencias de larga estadía, agencias y centros de jubilados.

Asimismo, se brinda acompañamiento psicosocial a personas que han sido históricamente excluidas del sistema de salud, con lo cual se garantiza el acceso a las prestaciones sociosanitarias del Instituto y/o de cuestiones de su salud integral.

También se desarrollan, mediante dispositivos grupales y talleres (educativos, artísticos y culturales), actividades presenciales y virtuales que garantizan la participación de personas de todo el país, entre las que pueden encontrarse conversatorios, jornadas temáticas, cine debate, con temática de derechos de las mujeres y diversas comunidades.

En conclusión, desde PAMI se busca comprender las vejeces en sus contextos sociales, su historicidad y sus trayectorias de vida desde una perspectiva de derechos humanos que incluye una mirada integral de género, así como también procura tratar de forma amplia el acceso a una vida libre de violencias y discriminación.

Nota publicada en el Boletín 31 «Gestión de iniciativas para la igualdad de género de las personas mayores» del PICSPAM.