Asegurar el bienestar de las personas mayores a partir del respeto pleno a su dignidad y derechos, de sus intereses y preferencias y contando con su efectiva participación.
Según datos recientes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2018), República Dominicana se encuentra dentro de una docena de países de la Región que transitan una situación de envejecimiento moderado, es decir que presentan tasas de fecundidad que oscilan entre 2,1 y 2,5 hijos/as por mujer y un porcentaje de personas mayores de 60 años que se encuentra entre el 6% y el 11,5% del total de la población.
En este contexto, donde la sociedad dominicana se suma progresivamente a la tendencia regional (el aumento de la proporción de personas adultas mayores sobre las menores de 15 años), el Consejo Nacional de la Persona Envejeciente (CONAPE), como rector de las políticas públicas en materia de envejecimiento del país, crea el Sistema Nacional de Desarrollo Integral para el Adulto Mayor, el cual consiste en implementar un nuevo concepto de atención que promueve un envejecimiento activo, productivo, participativo y protegido.
Dicho modelo se basa, a partir de sus fundamentos, en el paradigma denominado “atención integral centrada en la persona”, el cual apunta a la calidad de vida y el bienestar de las personas mayores, partiendo del respeto pleno a su dignidad y derechos, de sus intereses y preferencias y contando con su efectiva participación.
Es por ello que República Dominicana viene impulsando desde sus áreas programáticas la creación de Centros Modelos de Atención Integral, basados en el mencionado paradigma. En la actualidad, el CONAPE cuenta con tres centros modelos en todo el país: el Centro “AMA” (en San Cristóbal) y los Centros de Atención Integral para el Adulto Mayor “Boca de Cachón” y “Ciudad Juan Bosch” (en Santo Domingo).
Teniendo en cuenta las características que definen a la atención integral centrada en la persona, los Centros del CONAPE exceden un espacio sociosanitario y amplían sus acciones -por ejemplo- hacia el campo educativo, recreativo y cultural. Así, dichos dispositivos implementan el Programa Servicios Capacitación y Recreación (SECARE) que consiste en brindar servicios, capacitación y recreación a sus participantes. El abanico de actividades propuestas va desde espacios para gimnasia, pistas para caminatas, canchas multidisciplinarias, hidroterapia y salones de ocio, hasta consultorios médicos, unidades para la atención psicológica y legal, pasando por áreas de alfabetización y alfabetización digital, musicoterapia, terapia ocupacional y zonas para huertos urbanos, entre otros.
Dentro del conjunto de recomendaciones internacionales concertadas para este tipo de dispositivos, la condición de “accesibilidad” es un requisito fundamental. Esto quiere decir que dichos establecimientos deben eliminar todo tipo de “obstáculos discapacitantes” (OMS, 2011) ya que son los entornos los que facilitan o restringen la participación de las personas mayores, en general, y de aquellas con discapacidad o dependencia, en particular.
Por estas razones, los entornos accesibles representan uno de los retos más importantes en materia de políticas públicas en Latinoamérica y el Caribe, y es por ello que el CONAPE ha elaborado su “Normativa de los Centros de Atención Integral Para el Adulto Mayor”, tomando como marco de referencia el “Reglamento M-007 del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones”, que establece las regulaciones necesarias para garantizar la integración social y eliminar todas las barreras físicas y socio-culturales. Así, estos centros diurnos fueron diseñados a partir de dichos estándares arquitectónicos (bajo el paradigma del Diseño Universal) y con los requerimientos de accesibilidad para el desarrollo de las actividades diarias de las personas mayores que asisten a los mismos.
Complementariamente, y siguiendo esta línea de abordar la plena accesibilidad de la población mayor dominicana, el CONAPE ha desarrollado acciones tendientes a suprimir barreras que se articulan a las iniciativas de los Centros Modelo. Al respecto, existen dos áreas programáticas que abordan esta cuestión: por un lado, aquella que identifica hogares de personas adultas mayores que presentan barreras arquitectónicas, para luego viabilizar adecuaciones que garanticen la accesibilidad y la seguridad de sus integrantes (“Programa de Visitas Domiciliarias”). Y, por el otro, aquella destinada a promover entornos accesibles dentro de los centros penitenciarios donde se alojan personas mayores. Uno de esos casos es el del “Centro de Corrección y Rehabilitación para los Adultos Mayores Privados de libertad” (CCM-AM), donde el Consejo realiza su aporte para para fomentar y replicar los parámetros de accesibilidad que aseguren el ejercicio y el respeto de los derechos humanos de todas las personas mayores del país.
Más información sobre los Centros y Hogares
Reglamento para proyectar sin barreras arquitectónicas
*Nota publicada en el Boletín 19, «Entornos accesibles y nuevos hogares para personas adultas mayores» del Programa Iberoamericano de Cooperación sobre la Situación de las Personas Adultas Mayores.