La Dirección Nacional de Políticas para Adultos Mayores (DINAPAM) se basa en 5 ejes centrales de acción que se enmarcan en los lineamientos establecidos por la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores (CIPDHPM).
En el año 2002, cuando se llevó a cabo el Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento, la población argentina estaba conformada por el 13,5 % de personas mayores. En la actualidad, de acuerdo a las proyecciones realizadas por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC), el porcentaje se incrementó a 15,7%. Se estima que para el año 2025 este grupo etario se elevará a 17,1%.
El Plan Nacional de las Personas mayores 2012-2016 publicado por DINAPAM, señalaba que sus acciones se sostenían en las 3 líneas claves de acción trazadas por el Plan de Acción internacional sobre Envejecimiento: 1. Las personas mayores y el desarrollo; 2. El fomento de la salud y el bienestar en la vejez; 3. Creación de un entorno propicio y favorable.
En 2015, y con una participación activa e importante durante las reuniones y los debates que se desarrollaron durante 8 años hacia la consolidación de la CIPDHPM, Argentina adhirió a este documento que, en 2017, fue ratificado y convertido en la Ley 27.360. Muchos conceptos que se explicitan allí fueron retomados del Plan de Acción y también se incorporaron nuevas definiciones y precisiones en torno a la vejez.
Concretamente, promover políticas públicas rectoras para envejecer con derechos ha sido el objetivo central para DINAPAM, un organismo que se encuentra bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, y que funciona dentro de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF), a cargo del Dr. Gabriel Lerner. Siguiendo los principios de la CIPDHPM, el organigrama se estructura en un “sistema progresivo de atención”, mediante el cual se busca dar herramientas y recursos para generar y aumentar la autonomía de las personas mayores.
Ejes/Áreas de acción
DINAPAM planifica y ejecuta sus políticas gerontológicas desde un enfoque de derechos humanos, basadas en cinco ejes centrales. “Cada uno de ellos contiene diversos programas sociales que son llevados a cabo por equipos técnicos especializados”, señala el Director, Lic. Tomás Pessacq.
1. Educación, Cultura y Comunicación Comunitaria de Personas Mayores:
El área se plantea generar espacios de promoción de derechos, fomentando proyectos socioculturales, educativos y de comunicación comunitaria para la participación de personas mayores. Entre ellos cuenta con líneas de acción como La Experiencia Cuenta, que tiene como objetivo recuperar saberes y habilidades para ponerlos a disposición de la comunidad y que consiste en la transmisión de oficios tradicionales, por parte de personas mayores a grupos más jóvenes.
Bien Activos garantiza el acceso a la actividad física y recreativa para aquellas personas mayores que no tienen la posibilidad de participar de estos espacios -por razones socioeconómicas y/o culturales- o bien, porque no han incorporado este tipo de hábitos. El proyecto hace hincapié en la promoción de un envejecimiento activo.
Asimismo, la Campaña Nacional de Buen Trato hacia las Personas Mayores se lleva a cabo una vez al año y, mediante diversas piezas gráficas y audiovisuales, busca concientizar y sensibilizar sobre la prevención del abuso y maltrato en la vejez, generando acciones, en todo el país, que fomentan una mirada positiva y de empoderamiento en las personas mayores y en la comunidad.
La Capacitación en Gerontología se brinda a través de cursos virtuales de formación y ciclos de charlas destinadas a directivos y profesionales de residencias de larga estadía, hogares de día, centros de jubiladas/os, entre otras instituciones.
2. Cuidados en la Comunidad:
El área tiene como objetivo promover sistemas progresivos de atención mediante la formación de recurso humano calificado y especializado, para la atención domiciliaria, comunitaria e institucional de personas mayores en situación de vulnerabilidad social. Los cursos se realizan a través de acuerdos con organismos gubernamentales y no gubernamentales y tienen, por un lado, la misión de jerarquizar el rol de cuidadoras/es y generar una fuente de trabajo genuina y, por el otro, posibilitar que la atención de las personas mayores sea acorde a sus necesidades y particularidades. Se estima que, desde el año 1997, se han formado alrededor de 47.000 personas a través de estos cursos.
3. Registro Nacional de Cuidadores/as Domiciliarios/as:
Es una herramienta que funciona a través de una página web y mediante la cual se accede a información de cuidadores/as domiciliarios/as en todo el país, quienes, además, tienen la posibilidad de registrarse, obtener una credencial, acceder a información de interés, propuestas de cursos on-line y otras capacitaciones presenciales de actualización en temática gerontológica y de manera gratuita.
4- Fortalecimiento institucional:
Este eje brinda asesoramiento arquitectónico y gerontológico y financiación para acondicionamientos edilicios y mobiliarios para garantizar la autonomía de las personas mayores y la generación de espacios accesibles e inclusivos.
5- Coordinación de Residencias de Larga Estadía:
Esta línea de acción gestiona con recursos propios las 8 residencias de la DINAPAM, siete de ellas ubicadas en la provincia de Buenos Aires y una en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
“Cada uno de estos 5 ejes centrales de acción fueron adaptados para dar respuesta a las personas mayores en este contexto de pandemia”, detalló Pessacq. La mayoría de las actividades fueron modificadas para seguir su ejecución a través de la virtualidad, a la vez que se crearon diversos protocolos para brindar mejor atención a residentes y profesionales, se elaboraron piezas de comunicación con herramientas para apoyar la labor de cuidadores/as y familiares de personas mayores.
Entre tales acciones se destacan las Recomendaciones para el cuidado de personas mayores con Alzheimer, realizadas junto a laAsociación Lucha contra el Mal de Alzheimer (ALMA),que proponen pautas y estrategias para el desarrollo de las tareas cotidianas, con la intención de mejorar la calidad de vida de las personas con demencias, sus familias y acompañantes.
Asimismo, y en articulación con estudiantes de Educación Física de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), se desarrolló un programa on line de actividades deportivas y ejercicios. Además, “se conformó un Comité de Crisis y Emergencias, integrado por la Coordinación General de Residencias de Larga Estadía y las directoras y directores de residencias y equipos médicos de DINAPAM, para promover e implementar los lineamientos definidos por el Ministerio de Salud de la Nación”, puntualizó el funcionario.
En el marco del 1° de Octubre, Día Internacional de las Personas Mayores, y en el contexto de la emergencia sanitaria mundial por COVID-19, el organismo destacó el compromiso de este colectivo que sostiene que “estar en casa nos ayuda a cuidarnos y también a cuidarte”. Por lo tanto, el lema enfatizó: “Valoremos el rol activo de las personas mayores en sus comunidades”. “En esta fecha, queremos reconocer su rol social, tal como lo establece la CIPDHPM”, resaltó Tomás Pessacq.
Los desafíos hacia la consolidación de la CIPDHPM
Durante los próximos años de gestión, “nos proponemos seguir trabajando posicionados en 3 dimensiones”, señaló el titular de DINAPAM. “En primer lugar, desde un marco jurídico y legislativo, debemos potenciar la implementación de los Principios básicos de la Convención y, en particular, el desarrollo de la reglamentación respecto al funcionamiento de las residencias de larga estadía. Este es un gran desafío”.
En segunda instancia, Pessacq advirtió acerca de la necesidad de generar mecanismos de control y de monitoreo sobre la aplicación de la CIPDHPM, con el fin de brindar garantías a las personas mayores sobre el cumplimiento efectivo de todos los artículos señalados en el documento interamericano.
Por último, el funcionario reconoció la relevancia de trabajar en la dimensión presupuestaria para poder ejecutar más y mejores políticas públicas de vejez y envejecimiento, en articulación permanente con los enfoques y las disposiciones locales, nacionales y regionales.
*Nota publicada en el Boletín 22, «Reflexiones, logros y desafíos: a 18 años del Plan de Acción Mundial sobre el envejecimiento de Madrid y a 5 años de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores» del Programa Iberoamericano de Cooperación sobre la Situación de las Personas Adultas Mayores.