“Viver” es un programa del Gobierno Federal de Brasil, destinado a incluir socialmente a las personas mayores, mediante acciones educativas que promueven un envejecimiento activo y saludable en todo el país. En esta línea, se destaca la articulación desarrollada junto a Feira de Santana, un municipio brasileño del estado de Bahía. Sobre todo, ante un contexto complejo y difícil como el que ha supuesto la pandemia por COVID-19, donde el Programa «Viver» impacta de manera directa en múltiples situaciones cotidianas de personas mayores a partir de espacios de educación no formal.

Brasil, uno de los países con más población de mayores del mundo, casi 30 millones de personas de 60 y más años según el IBGE (Instituto Brasileño de Geografía y Estadística), impulsa desde el Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, y a través de su Secretaría Nacional para la Promoción y Defensa de los Derechos de las Personas Mayores, el Programa “Viver”, una política destinada a incluir socialmente a este grupo poblacional, mediante acciones  que promueven un envejecimiento activo y saludable en todo el país.

Este Programa del Gobierno Federal, creado en noviembre de 2019 por el Decreto N°10.133, cuenta con cuatro campos de acción para el desarrollo de sus objetivos que deben ser realizados por los municipios participantes a través espacios de educación no formal como talleres, cursos y actividades: tecnología, salud, educación y actividad física.

Dentro de dichos campos, se destacan la educación y la tecnología, que son empleados por los municipios como instrumentos para la realización de actividades orientadas a la alfabetización, a la educación financiera, la educación ambiental y a la iniciación en tecnologías básicas de la información, entre otros cursos y talleres.

En el marco de “Viver”, la Secretaría Nacional de Promoción y Defensa de los Derechos de las Personas Mayores destaca como ejemplo de buenas prácticas, la articulación desarrollada con Feira de Santana, un municipio brasileño del estado de Bahía, donde se lleva adelante un taller de alfabetización y de “letramento[1]” que atiende a una demanda específica de las personas mayores de la localidad. En este sentido, según un informe enviado del municipio a la Secretaría Nacional, el taller convoca tanto a personas mayores analfabetas como alfabetizadas, pues se constató que algunas de ellas perciben una práctica deficiente de la lectura y la escritura.

Sobre este aspecto, en cuanto a la Educación de Jóvenes y Adultos (EJA) en el país, Cláudia Costin, miembro del Consejo Directivo del Instituto de la UNESCO para el Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida (UIL), expresó en una reciente entrevista realizada por este organismo, que 11 millones de personas de 15 y más años (6,6%) son personas analfabetas. De este grupo, “la mayoría de los adultos que no saben leer ni escribir viven en el noreste del país, son afrobrasileños y tienen más de 60 años”, precisó la experta brasileña.

La Ministra Damares Alves, inauguró hace casi dos años la primera unidad del Programa «Viver» en el Estado de Bahía, en el Municipio de Feira de Santana | Fuente: MMFDH-SNDPI

Pese a estas cifras desafiantes, la tasa de analfabetismo en Brasil viene decreciendo (precisamente por las acciones que se vienen realizando desde la EJA). Según datos de un estudio realizado por el IBGE en el segundo trimestre de 2019, en el marco de la Encuesta Nacional por Muestreo de Domicilios (PNAD) Continua Educación, el 18% de personas de 60 años y más son analfabetas (el porcentaje más alto entre los grupos de edad), mientras que en 2016 representaban el 20,4%.

Al mismo tiempo, a las brechas etarias se suman desigualdades étnicas y regionales en materia de alfabetización en el país. Según informes recientes del IBGE, y en consonancia con lo expresado por Costin, la cifra de mayores de 60 años afrodescendientes que no saben leer y escribir es tres veces mayor que el valor que representa a las personas blancas en este mismo grupo etario. En tanto que aquellas personas adultas mayores que residen en el noreste, representan el índice más alto de analfabetismo de las regiones del país: el 37,2%.

Frente a este escenario, el Programa “Viver” (desde una perspectiva de aprendizaje a lo largo de la vida) adquiere especial relevancia e impacta de manera directa en estas situaciones donde las personas mayores deben ser sujetos de derecho, también de aprendizaje y educación, y partícipes activas de sus comunidades. Sobre todo, en un contexto complejo y difícil como el que ha supuesto la pandemia por COVID-19, donde este Programa se traduce en una política concreta que promueve la inclusión social de las personas mayores a través del campo de la educación.

Así, en épocas de distanciamiento social debido a la pandemia (de la que la que las personas mayores forman parte de uno de los grupos de mayor riesgo), las actividades implementadas en los talleres en el Municipio de Feira de Santana comenzaron a realizarse en la modalidad a distancia, a través de WhatsApp y de YouTube, en un canal diseñado para que las clases estén disponibles, promoviendo a su vez la inclusión digital del colectivo que participa de las actividades.

Por último, dicho Municipio implementa -además- un taller de alfabetización digital a través de dinámicas y métodos diferenciados donde se comparten los contenidos iniciales sobre el uso de la computadora e internet. Para estas experiencias, el Ministerio de la Mujer, Familia y Derechos Humanos, a través de su Secretaría Nacional, aporta a las entidades federativas adheridas al Programa “Viver” el equipamiento necesario para facilitar el acceso a las tecnologías. Es importante destacar que, con la pandemia, las actividades de este espacio también comenzaron a desarrollarse en modalidad de educación a distancia.

El Ministerio de la Mujer, Familia y Derechos Humanos aporta el equipamiento necesario para garantizar el acceso a las tecnologías desde este Programa | Fuente: MMFDH-SNDPI

Formación profesional

El Ministerio de la Mujer, Familia y Derechos Humanos, a través de la Secretaría Nacional para la Promoción y Defensa de los Derechos de las Personas Mayores, realiza propuestas formativas vinculadas a las personas mayores que ofrece capacitación sobre gerontología a profesionales y desde la plataforma de la Escuela Nacional de Administración Pública se ofrecen cursos dirigidos a profesionales que trabajan en las áreas públicas sobre envejecimiento del país, así como a miembros de los Consejos de Derechos de las Personas Mayores y a la población en general.


[1] El término “letramento” no presenta equivalente en español, por tal motivo se lo mantiene en la producción de esta nota. De lo relevado en algunas lecturas teóricas, resultan conceptos diferentes: mientras la alfabetización es el proceso de aprender a leer y escribir, el “letramento” es el desarrollo del uso competente de la lectura y la escritura en las prácticas sociales.

*Nota publicada en el Boletín 23, «Las personas adultas mayores y el aprendizaje a lo largo de la vida» del Programa Iberoamericano de Cooperación sobre la Situación de las Personas Adultas Mayores.