Desde esa premisa, y en el contexto particular generado por el COVID-19, PAMI elaboró dos documentos: “Guía para el abordaje de personas con Alzheimer y otras demencias” y “¿Cómo saber si tengo dificultades con la memoria?”.
Desde el inicio de la pandemia, la Dirección Ejecutiva del del Instituto de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI), a cargo de la Lic. Luana Volnovich, estuvo en sintonía con las recomendaciones de los organismos internacionales y fue definiendo múltiples acciones destinadas a las 4.800.000 personas afiliadas a la obra social, y brindando información confiable sobre el coronavirus, el cuidado, la salud, los derechos de las personas, entre otros temas relevantes.
Una de las primeras decisiones vinculadas al abordaje de la salud en este marco inédito tuvo que ver con la creación de un Comité de Contingencia para el Tratamiento de Coronavirus integrado por un equipo de profesionales que dio inicio al Programa Residencias Cuidadas que comprende un abordaje médico, epidemiológico y psicosocial, e involucra el monitoreo permanente de las residencias de larga estadía y la formación constante de los equipos técnicos.
El cuidado y el autocuidado son ejes centrales para el fortalecimiento de la salud y el bienestar de las personas mayores y de toda la comunidad. “En todo este tiempo, la salud mental ha sido tema de debate y de investigación. Así como en un primer momento pudimos ver la capacidad de resiliencia de las personas mayores, de poder superar situaciones penosas, en el transcurso de los meses y particularmente por la dificultad que tuvieron estos grupos de poder insertarse socialmente a medida que se iban abriendo ciertos espacios, identificamos que hay un grupo que quedaron afectadas por el encierro y por el temor a que les suceda algo”, manifestó el Dr. Ricardo Iacub, Subgerente de Desarrollo y Cuidados Psicosociales de la Secretaría de Derechos Humanos, Gerontología Comunitaria, Género y Políticas de Cuidado de PAMI. Asimismo, el especialista destacó que “debido por la pérdida de contacto y de estímulos, hemos visto cierto agravamiento en algunas personas que ya tenían deterioro cognitivo”.
Desde este marco, PAMI publicó la Guía“¿Cómo saber si tengo dificultades con la memoria?” que propone una primera evaluación para diferenciar los cambios que se pueden percibir física y mentalmente. “Diseñamos este documento para quienes perciben una disminución en sus funciones cognitivas y no están seguras de si se trata de un proceso de envejecimiento esperable o no”, señaló la Dra. Mónica Roqué, Secretaria de Derechos Humanos, Gerontología Comunitaria, Género y Políticas de Cuidado.
La publicación está compuesta por seis módulos claros y breves que recorren preguntas muy específicas: ¿Qué sucede con las funciones cognitivas en el envejecimiento?; ¿Qué significa tener un deterioro cognitivo?; ¿Cuándo debo preocuparme si los cambios que percibo no son asociados al envejecimiento normal?; ¿Cómo me ocupo de lo que me está pasando?; ¿Creo que puedo tener un deterioro cognitivo?; ¿Eso significa que va a ir progresando y que cada vez voy a tener un deterioro cognitivo mayor?; ¿Cómo me ocupo de lo que me está pasando?; ¿Qué es lo que puedo hacer?
En relación a la salud mental, PAMI también compartió la Guía para el abordaje de personas con Alzheimer y otras demencias que pretende ser “de utilidad no sólo para las y los profesionales sino también para quienes tienen la muy difícil tarea de cuidado”, remarcó Volnovich.
La publicación que estuvo dirigida por el Dr. Ricardo Iacub define al “Alzheimer como la causa más frecuente de demencia, su progresión es gradual y crónica y se caracteriza por una afectación de las funciones cognitivas -memoria, lenguaje, atención, entre otros- como consecuencia de lo que se denomina neurodegeneración”. Asimismo, para identificar algunos síntomas posibles, el documento comparte una lista de señales de advertencia enumerados por la Asociación de Alzheimer que refieren a cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana, la posibilidad de proyectar, resolver problemas, desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en el tiempo libre, y sentir desorientación en tiempo y espacio, entre otros.
Asimismo, la guía explica que, si bien la edad es el principal factor de riesgo para padecer Alzheimer, la enfermedad no es una consecuencia inevitable del envejecer. Este punto destacado es sumamente importante para desarticular algunas falsas creencias que persisten en torno a la vejez y que han sido reforzadas en este tiempo de pandemia.
Otro de los documentos pertinentes publicado en Comunidad PAMI propone una serie de Recomendaciones psicológicas para personas mayores, basadas en los lineamientos planteados por la Sociedad Neurológica Argentina, entre las cuales se destaca “tener en cuenta que la situación es pasajera y que se pueden hacer cosas para estar mejor; no discriminar ni ser discriminado; no tener vergüenza de expresar los sentimientos; ayudar y dejarse ayudar; apelar al humor; posicionarse con optimismo y cuidar lo cotidiano”.
Otras acciones para el fortalecimiento de la salud mental
El encierro provocó que una población con poco acceso a lo tecnológico tenga que encontrar una nueva forma de relacionarse limitada, en un primer momento, al mundo digital. Como respuesta, PAMI desarrolló acciones basadas en la virtualidad, promoviendo el uso y el acceso a la tecnología, a través de diferentes propuestas de talleres vinculados con el arte, la salud, el cuidado, la danza, y la educación digital, entre otros.
En cuanto a la salud mental de las personas mayores afiliadas también “entendimos que el aislamiento podía provocar el surgimiento de sentimientos de angustia, temor, tristeza y soledad. Creamos una red intergeneracional y potenciamos Comunidad PAMI, un programa solidario y participativo con enfoque de derechos que funciona a través de una plataforma digital creada especialmente para brindar propuestas informativas, afectivas y reflexivas que pueden ser compartidas a través de Facebook y WhatsApp”, aseguró Volnovich.
En forma paralela, se dinamizaron procesos de capacitación destinados a directivos/as, profesionales, cuidadores/as y técnicos/as con el objetivo de profundizar los conocimientos y reflexionar sobre la vejez y el envejecimiento en un nuevo contexto que requiere mayor compromiso y responsabilidad. En este sentido, continúan realizándose con mucho éxito de participación distintas instancias formativas a cargo Susana Ordano, Subgerenta de Capacitación Gerontológica y Planificación de Programas Comunitarios.
*Nota publicada en el Boletín 25, «Salud mental de las personas adultas mayores, en especial en tiempos de pandemia por el COVID-19» del Programa Iberoamericano de Cooperación sobre la Situación de las Personas Adultas Mayores.