Objetivos y acciones del Programa “UPAMI” y de la Subgerencia de Capacitación Gerontológica y Planificación de Programas Comunitarios, a favor del desarrollo individual y social de las personas mayores y de quienes trabajan en el organismo.
“UPAMI”, el Programa Universidad para Adultos Mayores Integrados, se inició en el año 2005 como prueba piloto y con la intención de brindar propuestas educativas y culturales en espacios usualmente transitado por estudiantes jóvenes: las universidades. Por aquel entonces, con más de 3.000 inscriptos, múltiples actividades dieron comienzo a este proyecto que hoy ya contabiliza la participación de más de 48.000 personas adultas mayores desde su creación.
Si bien el Programa está dirigido a toda la población afiliada al Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (INSSJP-PAMI) -actualmente dirigido por la Lic. Luana Volnovich-, también incluye a familiares y personas allegadas. En 2009 logró consolidarse y hoy, desde la Gerencia de Promoción Social y Comunitaria, continúa afianzando su objetivo principal que consiste en “promover el crecimiento personal, mejorar la calidad de vida y hacer efectiva la igualdad de oportunidades para el desarrollo de valores culturales y vocacionales” de las personas mayores y, al mismo tiempo, posibilitar la adquisición de destrezas y habilidades para afrontar nuevas demandas, recuperar y valorar saberes personales y sociales, estimulando el diálogo y la participación en la comunidad.
Es que el Programa “UPAMI”, desde los lineamientos que establece la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores (Ley 27.360), -y en particular, desde su artículo 20 que consagra el derecho a educación permanente en todas sus modalidades-, concibe al aprendizaje continuo como una oportunidad fundamental para las personas mayores porque les permite mejorar su calidad de vida, tener nuevas expectativas y conocimientos, generar vínculos, planificar y concretar proyectos.
Las acciones también se articulan con los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados por la Organización de las Naciones Unidas en su Agenda 2030 que asume el compromiso de garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida, para todos y todas.
Desde estos marcos “UPAMI” adhiere a la perspectiva gerontológica comunitaria que identifica a las personas mayores como sujetos de derecho y de aprendizaje, y que promueve la participación y la autonomía, a partir del intercambio intra e intergeneracional entre formadores/as y estudiantes. En paralelo reconoce la relevancia de la formación gerontológica de las/os docentes y coordinadores/as a cargo de las propuestas. Por ello cuenta con un equipo de profesionales especializado en ciencias sociales, pedagogía y comunicación popular.
En cuanto a la organización de las ofertas educativas, cada espacio universitario propone una serie de cursos y talleres que, en algunos casos, surge de un trabajo conjunto con el personal del área de Sociales de las sedes de PAMI ubicados en diferentes puntos de las provincias, ciudades y pueblos. En ese diálogo se logra que tales iniciativas sean orientadas, apoyadas y guiadas por representantes locales del organismo, en función del perfil territorial, identitario y social de las personas afiliadas.
“UPAMI” en pandemia
En pleno contexto pandémico provocado por el COVID-19 participaron alrededor de 10.000 personas mayores de las propuestas “UPAMI”. Frente a este nuevo escenario se firmaron convenios con distintas universidades y facultades que tuvieron que adaptarse al formato virtual. La cantidad de cursos ascendió a 665 y fueron brindados en un total de 43 unidades académicas que participaron del Programa.
“En este momento inédito para el mundo, reordenamos nuestras prioridades. Debido a la emergencia sanitaria, la implementación del Programa logró realizarse de forma completa a partir de agosto de 2020”, explicó Volnovich. “Muchas personas afiliadas pudieron participar en este nuevo esquema digital. Trabajamos mucho para generar espacios e instancias de difusión. Nos propusimos evitar el aislamiento y la soledad y seguir garantizando el derecho a continuar aprendiendo a pesar de las circunstancias”, resaltó la titular del organismo.
Asimismo, el aumento de convenios y cursos fue acompañado con un incremento del pago salarial de las horas cátedra del plantel docente que dicta los talleres. Un dato es que, para el segundo trimestre del 2020, la partida destinada al programa fue 192% mayor a la del año anterior. “Valoramos el trabajo incansable de los y las docentes para crear propuestas atractivas para las personas mayores durante esta experiencia tan particular que precisa de todo nuestro compromiso y creatividad”, dijo Volnovich.
Es que garantizar la educación en la virtualidad demandó apelar a diferentes recursos de las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) debido a las dificultades iniciales que tenían las personas mayores con los dispositivos informáticos, y se identificó que el mayor inconveniente fue la conexión a Internet. Para acompañar el proceso se implementaron instructivos y videos explicativos, por ejemplo, con los pasos básicos y funciones elementales para utilizar la plataforma Zoom. Asimismo, como otra estrategia de inclusión, se realizó un seguimiento personalizado a través de grupos de WhatsApp y Facebook, correos electrónicos y llamados telefónicos.
Por su parte, la Universidad Nacional de Quilmes dispuso de su Programa de Voluntariado conformado por estudiantes avanzados de la carrera de Terapia Ocupacional para asumir el rol de auxiliares de aula, y así dar soporte tecnológico tanto en el proceso de inscripción como guía y apoyo en las clases.
Gracias a todas estas acciones “UPAMI” en su modalidad virtual tuvo una llegada más amplia que en años anteriores y logró incluir a grupos de afiliados/as de nuevas localidades del país que se ubican fuera de la zona de influencia de los territorios de cada universidad.
A partir de esta experiencia se elaboró un breve diagnóstico sobre el perfil de los y las participantes. Entre ellas se destaca que: -muchas personas mayores viven solas y, en general, son auto válidas. Algunas de ellas participan junto a sus cuidadores/as o acompañantes terapéuticos/as; -en cuando a su nivel de instrucción, la mayoría completó la educación primaria y secundaria pero también participan personas que tienen estudios universitarios; -las mujeres tienen mayor presencia, el Programa de la Universidad de Quilmes estima que alcanza el 80%.
En 2021, para seguir garantizando los cuidados y las medidas de distanciamiento que evitan contagios, las clases continuarán en forma virtual. En caso de modificar las modalidades se tendrá en cuenta la situación epidemiológica de los distritos, la predisposición técnica con la que cuenten las instituciones y el criterio pedagógico.
Asimismo, se proyecta ampliar los instructivos, videos explicativos y tutoriales para seguir difundiendo las indicaciones básicas para acceder al Programa. Los/as profesionales involucrados reconocen que vincularse con el ámbito universitario a través de la participación en esta actividad, aunque sea en forma remota, constituye la posibilidad de acceder a aprendizajes que mejoran las competencias y destrezas para enfrentarse a los desafíos cotidianos, de conectarse con inclinaciones e intereses postergados y de descubrir nuevas motivaciones y recursos, a la vez que intensifica la interacción con pares, fortaleciendo los lazos de amistad y la participación en la comunidad.
“Nuestro deseo es que las personas mayores vuelvan a recorrer las aulas de las universidades del país. Sabemos que tenemos que trabajar con más fuerza aún para combatir el COVID-19 pero también para luchar contra los prejuicios que identifican a la vejez como una etapa en la que ya no se puede aprender o que queda excluida del mundo digital por el sólo hecho de ser mayor”, reflexiona Volnovich. “Es un momento que merece todo nuestro compromiso y toda nuestra creatividad para sortear los obstáculos y seguir avanzando pese a las circunstancias”.
Las capacitaciones permanentes para el personal de PAMI
La Secretaría de Derechos Humanos, Gerontología Comunitaria, Género y Políticas de Cuidado, a cargo de la Dra. Mónica Roqué, tiene como función principal “asegurar la perspectiva de género de manera transversal en todas sus acciones, entre ellas: diseñar e implementar programas específicos de capacitación a todo el personal de PAMI; propiciar espacios favorables para erradicar, modificar actitudes y prácticas estereotipadas; diseñar y ejecutar políticas y programas en materia de Cuidados, instrumentando proyectos, prestaciones y servicios pertinentes de promoción, prevención y asistencia orientados principalmente a la población mayor afiliada, facilitando su accesibilidad, asegurando sus derechos humanos”.
Y es la Subgerencia de Capacitación Gerontológica y Planificación de Programas Comunitarios, en manos de la Mg. Susana Ordano, el área que propone e implementa instancias formativas desde una perspectiva de la gerontología comunitaria con enfoque de derechos humanos y perspectiva de género y diversidad sexual.
Desde este marco, todos los agentes y funcionarias/os de PAMI participaron del curso sobre la Ley N° 27.499, conocida como “Ley Micaela”. “Nos propusimos garantizar los derechos de todas las personas afiliadas y visibilizar las injusticias que viven día a día las mujeres mayores. En el marco de la implementación de la Ley Micaela es que estamos haciendo esta capacitación para trabajadoras y trabajadores”, dijo Volnovich.
Tomando en consideración las recomendaciones de la Convención y la especificidad del trabajo con personas mayores, la Dirección Ejecutiva propuso una capacitación que tuvo como objetivo generar sensibilización y reflexión sobre el Buentrato a las personas mayores y estuvo dirigido a reconocer y prevenir diversas formas de violencia, fortalecer el vínculo de respeto y buen trato hacia las personas mayores, en cada una de las acciones que se destinen a ellas.
En tiempos de pandemia por COVID-19, la Subgerencia organizó una serie de videoconferencias dirigidas al personal de apoyo y cuidados y sobre todo a las residencias de larga estadía (RLE). Estos encuentros virtuales generaron espacios de contención y dialógicos para continuar aprendiendo mediante diferentes reflexiones y abordajes, junto a especialistas y referentes de la gerontología como Ricardo Jáuregui, Lourdes Bermejo, Mónica Roqué, Ricardo Iacub, entre otros. De las mencionadas videoconferencias se elaboró una publicación en formato libro para el público en general.
“No hemos agotado, nunca agotamos ni agotaremos nuestra capacidad de aprender. En tiempos dinámicos hay que dinamizar también el aprendizaje”, expresó Ordano. Desde esta mirada, el organismo asume el compromiso de brindar capacitaciones tanto al personal del Instituto, como a sus prestadores y a los organismos vinculados, para analizar permanentemente los temas referidos a la vejez y al envejecimiento en los diferentes contextos.
Entre otras acciones, la subgerencia presentó la Guía de Buenas Prácticas “Buen vivir” para el autocuidado de la salud de las personas mayores siguiendo el planteamiento de la Agenda de Desarrollo Sostenible en su objetivo N°3 que propone “garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades”. La publicación busca capacitar a una gran cantidad de personas que se están dedicando al cuidado domiciliario, de manera informal, y a aquellas que recién están iniciándose en esta tarea. “La estrategia de autocuidado resulta fundamental para prevenir enfermedades o evitar consecuencias que pueden generar dependencia y discapacidad”, señala el documento dirigido por la Dra. Mónica Roqué y la Dra. Romina Rubín, con la participación del Dr. Ricardo Iacub y la coordinación pedagógica de Susana Ordano.
Desde PAMI se promueve generar todo tipo de convenios de reciprocidad con entidades nacionales, provinciales, municipales o privadas, en este marco la Subgerencia participó en mesas de trabajo de diferentes escalas de gobierno, como el Ministerio de Trabajo, el Ministerio de la mujer y la Provincia de Buenos Aires. También generó un Curso de Gerontología Comunitaria para el Sindicato de trabajadores de edificios (SUTERH) en el cual se aunaron esfuerzos entre ambos organismos. Dicha capacitación estuvo destinada tanto a las personas que trabajan en los edificios como a las encargadas de la administración, el mantenimiento y la limpieza general con el objetivo de sensibilizarlas sobre los Derechos Humanos de las personas mayores, promover una mirada libre de prejuicios y estereotipos sobre la vejez y el envejecimiento y contribuir a la participación activa e integración de las personas mayores en la vida de la comunidad, fortaleciendo la convivencia en edificios y consorcios.
Actualmente, el equipo se encuentra en proceso de elaboración dos cursos para los países-miembro del Programa Iberoamericano de Seguridad Social, de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS), uno vinculado a Género y diversidad sexual en la vejez y otro sobre Deterioro Cognitivo. También se están procesando los materiales para la Formación en Apoyos y Cuidados en Domicilio.
*Nota publicada en el Boletín 23, «Las personas adultas mayores y el aprendizaje a lo largo de la vida» del Programa Iberoamericano de Cooperación sobre la Situación de las Personas Adultas Mayores.