A través del Programa de Acompañamiento Gerontológico Telefónico (AGT), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), brinda orientación preventiva contra el coronavirus, así como monitoreo de riesgos y de depresión. Hasta el momento, más de 100 mil personas mayores derechohabientes se han realizado pruebas triage COVID-19 y de depresión. Las intervenciones permitieron detectar riesgo medio y alto de COVID-19 en 3.9% de los/as pacientes; además de depresión moderada en 10,3% y alta en 5,2%.

En el marco de la pandemia por COVID-19, los estados pusieron en marcha medidas para dar respuesta a los problemas más urgentes de la emergencia y así proteger los derechos de todas las personas, especialmente a los grupos y comunidades que viven en situaciones de vulnerabilidad, incluyendo a las personas mayores.

Uno de los ámbitos prioritarios de abordaje es el cuidado y atención de la salud/salud mental de las personas, ya que está situación excepcional, que aún se sigue transitando, ha agudizado problemáticas previas y ha instalado nuevas, de alto impacto, tanto a nivel individual como social, que requieren respuesta inmediata y de recuperación posterior. 

En el caso de México, durante la pandemia, los trastornos mentales han aumentado afectando a 25 millones de mexicanos/as, es decir, el 18% de la población, según datos del ISSSTE. Los diagnósticos más comunes que se presentan en la población, la mayoría adultos jóvenes, son: depresión; trastorno de ansiedad (incluyendo fobias); trastorno por déficit de atención; autismo; y trastorno de conducta alimentaria.

Para minimizar los efectos de la pandemia en la salud mental, la Dirección Normativa de Salud del ISSSTE, puso en marcha el Programa Integral de Salud Mental (PISM), aprobado por la Junta Directiva el 25 de marzo del presente, el cual abarca los tres niveles de atención del Instituto: Promoción, prevención y atención de los/as derechohabientes.

Al respecto, el Director Normativo de Salud, Ramiro López Elizalde, señaló que “los trastornos mentales aumentaron su impacto por las condiciones de estrés en la emergencia sanitaria, por ello el Instituto puso en marcha el Programa Integral de Salud Mental, con intervenciones basadas en evidencia científica y un enfoque de humanismo y respeto a la dignidad de las personas”.

A través del Programa AGT, el ISSSTE brinda orientación preventiva contra el coronavirus, así como monitoreo de riesgos y de depresión | Fuente: ISSSTE

Programa de Acompañamiento Gerontológico Telefónico

En lo que respecta a las acciones destinadas a las personas mayores, el ISSSTE ha implementado el Programa de Acompañamiento Gerontológico Telefónico (AGT). Esta línea de acción forma parte de las estrategias impulsadas por la Dirección Normativa de Salud del ISSSTE a través de su estrategia transversal ECOS para el Bienestar, y su objetivo es reducir los riesgos de COVID-19 en la población en mayor situación de vulnerabilidad.

Las personas encargadas de implementar la atención telefónica y brindar orientación preventiva contra el coronavirus, así como monitoreo de riesgos de COVID-19 y depresión, son trabajadores del ISSSTE, quienes integran los Módulos Gerontológicos, el Programa de Envejecimiento Saludable y el Programa ECOS para el Bienestar de las 35 representaciones Estatales y Regionales del ISSSTE en el país.

La responsable de dirigir los equipos del Programa AGT es la Coordinadora Nacional del Estrategia Transversal de Atención Primaria de Salud ECOS para el Bienestar, Judith García de Alba. “Mediante una llamada telefónica, se les aplica el triage de riesgo para COVID-19 avalado por el área de epidemiología institucional, y el triage de depresión geriátrica, aspectos muy importantes de cuidar en este sector poblacional de mayor riesgo de contraer coronavirus, ante fase de aislamiento social”, detalla García de Alba y agrega, “en todos los casos se hicieron las intervenciones pertinentes para atender, controlar y dar seguimiento a los posibles afectados mediante un equipo de profesionales en gerontología”.

En 2020, según datos del ISSSTE, se realizaron 14.131 mil detecciones de depresión de forma presencial y a través del Acompañamiento Gerontológico Telefónico 49.915 dando un total de 64.046; mientras en el primer semestre del 2021 se realizaron 36.701 detecciones de depresión siendo el 72% a través del AGT.

“La estrategia ha resultado exitosa para reducir el impacto de riesgos de salud/salud mental por la emergencia sanitaria en este sector, cuyo perfil es: edad promedio de 75 años, 66,4% son mujeres y 33,6 % varones; del total, el 8% vive solo”, puntualiza la coordinadora.

En materia de salud mental, García de Alba también señala que “tras aplicar tamizaje de depresión geriátrica se identificó que 10,3 % de los pacientes presentaron síntomas moderados y 5,2 % síntomas altos; ambos grupos fueron orientados sobre estrategias para afrontar su situación y los segundos, referidos para atención telefónica con especialistas del área de Salud Mental”.

Además de los tamizajes, la atención que otorga el Instituto vía telefónica incluye: orientación COVID-19 para personas mayores de 60 años – limpieza de bastones, de sillas de ruedas, higiene de manos y cómo deben de cumplir esta sana distancia-; recomendaciones de adherencia y continuación al tratamiento llevado en Módulos Gerontológicos; confirmación de comprensión y eliminación de mitos; integración familiar y comunitaria para personas en senectud, e información preventiva de violencia en esta edad.

En el marco del AGT, la Coordinadora Nacional de la Estrategia ECOS para el Bienestar, señala que como parte de las acciones las personas que se contactan integran el padrón de pacientes atendidos en los Módulos Gerontológicos del ISSSTE, “esto es muy importante porque nosotros los llamamos, al Instituto le importa saber cómo se encuentran, nos importa darles la información correcta, no esperamos a que ellos/as nos busquen y cuando es necesario también orientamos a sus familiares”.  

Asimismo, García de Alba destacó que “la estrategia de Acompañamiento Gerontológico Telefónico, ha generado muchos beneficios, uno es que las personas mayores se empoderan, son el centro de la atención, y el otro es que el personal de salud que está haciendo trabajo de oficina en casa muestra su responsabilidad y compromiso social, lo cual mejora la salud mental de toda la comunidad”.

Por último, la profesional resaltó que el ISSSTE “seguirá informando a sus derechohabientes sobre la pandemia de manera clara, oportuna y basada en evidencias, atendiendo las preocupaciones de la población y proporcionando herramientas útiles para el cuidado corresponsable de su salud y la de sus seres queridos”.

Las personas encargadas de implementar la atención telefónica y brindar orientación preventiva contra el coronavirus, así como monitoreo de riesgos de COVID-19 y depresión, son trabajadores del ISSSTE | Fuente: ISSSTE

La importancia de la formación continua para el personal del ISSSTE

La implementación del Programa Integral de Salud Mental en el contexto de la pandemia ha implicado una estrategia de sensibilización y capacitación a todo el personal de salud que conforma la fuerza de trabajo del ISSSTE. A través del Aula Virtual de Capacitación y Actualización continua para el Personal de Salud Mental, la Dirección Normativa de Salud ha implementado cursos enfocados en la detección oportuna de necesidades afectivas o cognoscitivas de las personas mayores.

Cabe destacar que, en lo que va del año, se han realizado 16 cursos y diplomados, en su mayoría avalados por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Consejo Mexicano de Neurociencias, en los que participaron aproximadamente mil trabajadoras y trabajadores con temáticas relevantes en salud mental, atención paliativa y soporte para la calidad de vida. La característica común de los eventos académicos tiene que ver con desarrollar habilidades prácticas que puedan favorecer el mejorar los procesos de atención para la derechohabiencia.

El enfoque de actualización continua que se plantea desde el PISM tiene una perspectiva interdisciplinaria, que aborda a la salud mental no solamente desde el terreno de la psicología, la psiquiatría o ciencia afines, si no que involucra otro personal médico y paramédico para aportar acciones de salud mental como es el caso de enfermería, trabajo social, medicina familiar y medicina general.

*Nota publicada en el Boletín 25, «Salud mental de las personas adultas mayores, en especial en tiempos de pandemia por el COVID-19» del Programa Iberoamericano de Cooperación sobre la Situación de las Personas Adultas Mayores.